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Teoría de las carTas al direcTor. la gesTión periodísTica del público i UOC PRESS
revista. Se amplía en ese periodo el número de colaboradores. Se incor-
poran jóvenes estudiantes de bachillerato en los jesuitas de Sarriá y de
Caspe (Jaime Lorés, Alfonso Carlos Comín, J. A. González Casanova).
Con la llegada de estos jóvenes, las críticas sociales se agudizan y se
crea un ambiente de trabajo intenso. La savia aportada por los nuevos
miembros perfila la línea de El Ciervo, que se interesa por un tratamien-
to encubierto de temas políticos y religiosos. “No era difícil encontrar
jóvenes, es decir, más jóvenes que nosotros”, escribe Lorenzo Gomis.
Y añade: “La revista se había ganado un sitio en los últimos cursos de
algunos colegios. Jordi Maluquer vino de los escolapios (había leído El
caballo, había hecho unos primeros versos en castellano y me pidió una
crítica privada). Joan Masana y Jaume Lorés vinieron de los jesuitas de
Caspe y José Antonio González Casanova y Alfonso Carlos Comín, de
los jesuitas de Sarrià. El punto fuerte de Maluquer era el humor y la
música, el de Lorés, la polémica, el de Masana, la sonrisa un poco bur-
lona y el ojo clínico sobre personas y situaciones. A los dieciocho años
prefiguraban ya lo que serían después. De Sarrià, lo más burgués como
ambiente de los colegios de jesuitas, venían José Antonio y Alfonso
Carlos, con fuertes preocupaciones sociales y políticas” (Gomis, 1996:
172). González Casanova, citado por Gomis en las líneas transcritas,
detalla algo más el retrato de Alfonso Carlos Comín, personaje clave
en la evolución durante muchos años de la historia de la revista.
“Podríamos, con justicia, hacer de Alfonso Comín la bandera de ese
movimiento interno, cada vez más atraído por el compromiso tempo-
ral de los cristianos, que buscaba, sin renunciar a la fe, un contenido
ideológico próximo, cuando no adscrito francamente, al marxismo
en su versión no totalitaria o estalinista” (1992: 199-200). Se produce
entre estos jóvenes un proceso de politización del que los fundadores
no solían participar. La evolución del pensamiento de las nuevas incor-
poraciones tiende, a partir de ese momento, a separarse de la revista.
La revista llega al número quince con 700 suscriptores e incorpora
secciones que se mantendrán durante décadas. La radicalización de los
jóvenes colaboradores incrementa la politización de la revista. Julio
Cerón, fundador del Frente de Liberación Popular (FLP, también
conocido como “Felipe”), intenta captar miembros de la redacción.
De este modo, algunos redactores de El Ciervo crean un grupo uni-
versitario clandestino de conspiración contra el régimen franquista.
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