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Las cartas al director
en tiempos de censura
La coartada perfecta
Los medios de comunicación cuentan lo que sucede y también sue-
len decir qué tenemos que pensar sobre lo que ha sucedido. Esa es una
de sus funciones. En una situación de libertad, los medios de comu-
nicación cuentan lo que creen que deben contar sólo limitados por el
espacio del que disponen, la orientación del propietario, la ideología del
medio o por la acción de grupos de presión. Pero los medios de comu-
nicación afrontan a veces situaciones en las que su libertad se recorta
hasta límites insoportables. Se trata de trabajar en épocas de control
político de la información o, como sucedió en España, después de la
Guerra Civil, bajo un control político y religioso de la información.
En esas situaciones, la voz del lector tiene nuevos ecos. Los no
profesionales pueden decir lo que a los profesionales les está vetado. Y
los medios de comunicación lo saben. “Lo que no dicen los editoriales,
lo dicen las cartas, y a través de los lectores. La coartada del diario es
perfecta. Los lectores dicen lo que el mismo diario no se atreve a decir,
y en todo caso lo dicen más claro” (Gomis, 1991b: 91). Los lectores se
convierten, como advierte Lorenzo Gomis, en la coartada del diario para
dar a la luz pública lo que no puede o no se atreve. Y ese impulso que le
dan los periódicos a lo que dice su público tiene también riesgos, puesto
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