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las carTas al direcTor en la Teoría del periodismo
en concreto. En este caso, si decíamos que las cartas al director son un
tipo de correspondencia privada extendida públicamente, la extensión
es pública pero tiene un destinatario concreto con el que el redactor úni-
camente se puede comunicar si acepta hacer pública su carta privada.
La retórica de la intervención es una mezcla de los recursos ante-
riores. Las cartas que responden a una retórica de la intervención son
cartas que, por una parte, participan con sus informaciones y opiniones
sobre el medio y, por otra, inician y fomentan un diálogo con el propio
medio. El medio se hace eco de esta participación en asuntos referidos
al propio medio y de este diálogo con el medio. Este tipo de cartas
responderían, recogiendo la red lanzada por Lorenzo Gomis en los dos
casos anteriores, a una retórica que es mezcla de la retórica de la par-
ticipación y de la retórica del diálogo, y que he dado en llamar retórica
de la intervención.69 Estas cartas que se refieren al propio medio y que
lo tienen por destinatario final tienen a veces respuesta en notas elabo-
radas por la redacción o por el redactor implicado en la carta.
La retórica de la intervención supone que la participación de los
lectores no versará sobre cualquier asunto que pueda interesar al
resto del público, sino que la aportación se centra exclusivamente en
aspectos que tienen que ver con el propio medio: con su línea editorial
y el punto de vista que propone; con sus colaboradores y, por tanto,
los lectores entrarán a valorar y a corregir los textos que aquellos
hayan producido, y con cualquier aspecto en el que se vea implicada
la publicación, por menor y anecdótico que parezca. La retórica de
la intervención permite, asimismo, abrir una vía de contacto entre el
medio y su público para tratar cuestiones que les afectan como lectores
habituales del diario o de la revista. La retórica de la intervención es
la manifestación del diálogo entre la publicación y su público: los lec-
tores devuelven al medio, en forma de respuesta, la impresión que les
han generado los contenidos difundidos por profesionales. Mediante
la publicación de las cartas al director que tratan sobre la publicación
se hace evidente para todos los lectores que otros lectores como ellos
han opinado sobre el trabajo de los periodistas y sobre el sentido de
la publicación misma, y que se ha producido el feed-back necesario para
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69 La figura del ombudsman, el defensor del lector, se encarga también de encauzar y responder algunas
de estas cartas en los medios de comunicación que la han instituido.