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las carTas al direcTor en la Teoría del periodismo
ten en diálogo la correspondencia que una persona que se encuentra
entre el público del diario envía a un tercero, el director, el superlector.
De hecho, los lectores cuyas cartas aparecen publicadas en la sección y
que hacen referencia a otras cartas anteriores no dialogan nunca entre
sí, sino que se dirigen siempre al director. Y este publica las cartas para
simular un diálogo entre los lectores: un diálogo dilatado en el tiempo,
puesto que se produce en días distintos.
En las secciones de cartas de los lectores que publican los periódicos
–sea cual sea su periodicidadencontramos cartas que son respuesta
de otras cartas que se publicaron con anterioridad. Cuando enviamos
una carta a alguien estamos poniendo de manifiesto nuestra voluntad
de comunicarnos con esa persona. Para que nos pongamos a escribir
la carta es necesario que conozcamos previamente a nuestro destina-
tario o que queramos conocerlo. En ambos casos se da por supuesto
que tengamos alguna referencia del destinatario. Si ya lo conocemos, la
referencia –el tipo de relación que mantenemos con él– resulta evidente.
Si queremos que nuestra carta llegue a una persona que no conocemos
nos es menester en primer lugar conocer su dirección, que nos la puede
dar el mismo destinatario o una tercera persona. Si además pretende-
mos que este destinatario que no nos conoce lea la carta que le envia-
mos –y que incluso la conteste y se inicie así una comunicación entre
ambosnos será necesario encontrar algún punto de contacto entre lo
que le queremos explicar y sus intereses. Necesitamos, sin ir más lejos,
datos privados sobre el destinatario. Lo que nosotros vamos a contar
en esa carta esperamos que sea leído por la persona a quien se dirige y
no por un colectividad más o menos difusa. En el caso de las cartas que
contestan a otras anteriores a través del diario, no es necesario conocer
datos que sólo están al alcance de los que conocen a la persona que
escribió una primera carta para mantener una relación epistolar con ella.
Los medios de comunicación han ampliado el contexto social en el que
cada uno de nosotros se mueve. Nuestro contexto de relaciones abarca
también a todos aquellos lectores cuyas cartas han sido publicadas por
los medios de comunicación. Ya no hace falta un conocimiento previo
de esa persona para convertirnos en interlocutor suyo. Ya no hace falta
que un amigo nos sus señas para que nos podamos comunicar por
carta; el periódico crea unos nuevos vínculos entre sus lectores a través
de la figura del director.
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