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Teoría de las carTas al direcTor. la gesTión periodísTica del público i UOC PRESS
revista Time– dan a imprenta el listado de todas las cartas recibidas a lo
largo del año. Este listado suelen publicarlo durante el mes de febrero
(Thornton, 1996).
Dos años más tarde, en un nuevo estudio, Thornton insistía en la
asepsia de cualquier selección manifestada por los directores de las
publicaciones y por la inexistencia de cualquier agenda oculta. Insistía
en el juego limpio practicado por la revista Time e indicaba que la direc-
ción de la revista informa enfáticamente que solo publican un número
representativo de cartas. En esta ocasión, el director insiste en que
no promueve ninguna orientación social o política en las cartas que
publica (1998).
La regla general: la identidad
Todas las publicaciones que incorporan las cartas de los lectores53
entre sus páginas suelen requerir de sus autores un compromiso simi-
lar. Lo enuncia Morán del siguiente modo: “Las cartas de los lectores
han de sujetarse a unas reglas, pocas, que impone la lógica: extensión
limitada, identificación del remitente a satisfacción del medio (nombre
y apellidos, dirección, teléfono, número del DNI) y renuncia a recibir
noticias sobre la suerte que cabe a la carta enviada.
”Por su parte, los medios se reservan el derecho de publicarlas o de
tirarlas al cesto, de resumirlas o extractarlas como considere oportuno,
y de titularlas” (226). El medio, para publicar una carta debe tener
constancia de su autor, y este debe renunciar a conocer cuál ha sido o
va a ser el destino de la carta y debe admitir cualquier tipo de edición
sobre su texto. Abril lo resume de la siguiente manera: “Los textos que
se envían al apartado o subsección cartas al director han de sujetarse
a una reglas que vienen a ser similares en todos los medios de prensa:
extensión limitada, identificación del remitente y renuncia a recibir
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53 Aunque se trata en este apartado acerca de los criterios de selección, el abanico de textos que se
publican como cartas resulta bastante amplio. Abril lo define del siguiente modo: “Los motivos
que llevan a las personas a escribir de manera espontánea cartas al periódico son muy diversos y los
estilos y formas empleados en la redacción también. [...] La redacción de estos trabajos puede tomar,
haciendo gala al nombre del apartado, la forma de misiva, pero en otras ocasiones se asemeja a notas
o comunicados de prensa; otras adquieren la forma de denuncia, con tecnicismos incluidos, y en
ocasiones son brillantes artículos (Abril, 1999: 162).0