© Editorial UOC 539 Conclusión
y de los nuevos modelos de percepción del público. El paradigma dominante es
de una autonomÃa de interfaces que se relacionan entre sà en una lógica de red,
utilizando para esa conectividad entre interfaces cualquiera de las tecnologÃas
que faciliten esa condición de red, como por ejemplo Internet o los SMS. El
denominador común entre tecnologÃas es la conectividad en red y no la digita-
lización. Ésta última es una condición necesaria pero por sà sola no influencia la
forma cómo están evolucionando los diferentes medios personales o de masas.
Es obvio que hay éxitos de convergencia tecnológica de interfaces, sobre
todo la hibridación entre radios, lectores de mp3 y teléfonos móviles y en
menor grado entre consolas de juegos multimedia y teléfonos móviles. Pero
esos éxitos se deben menos a las afinidades tecnológicas entre las interfaces
y más al hecho de permitir dar respuesta a funciones sociales complejas que
caracterizan a los estilos de vida en las sociedades avanzadas contemporáneas.
Esos estilos de vida promueven el uso de tecnologÃas que permiten gestio-
nar la frontera entre esfera privada y esfera pública, es decir, tecnologÃas que
permiten realizar conexiones en red; tecnologÃas que permiten responder a las
exigencias identitarias y participativas como corolario de la función conectiva,
que permiten crear y gestionar redes de comunicación; tecnologÃas que permi-
ten representar de forma eficaz la interfaz comunicativa entre esfera pública y
privada, permitiendo una gestión personal de la privacidad, adaptándose a la
personalidad de su usuario al mismo tiempo que le otorgan movilidad.
En un mundo de nichos y diferentes tribus de pertenencia, la gente ve en
los medios de comunicación una forma de ayuda para reconocer la identidad
escogida y al mismo tiempo la posibilidad de expresarla, de cultivar sus identi-
dades de tendencia individualista o comunitaria (Castells 2003) en una lógica
de adhesión y reconocimiento.
Nuestras representaciones frente a los medios de comunicación o matrices de
medios (Ortoleva 2002) que orientan nuestras dietas de medios (Colombo 2003)
intentan de ese modo configurar cada vez más un espacio electivo (Menduni
2002) donde se desarrolla un modelo de comunicación sintético en red. 188
188. Espacio electivo aplicado a los medios de comunicación significa un espacio que configura un
mundo hecho de diferentes culturas, lenguas, objetivos, estilos de vida y disfrutes culturales. Al
elegir individualmente un medio, ya sea personal o de masas, para ese espacio estamos otorgándole
una madurez comunicativa (Menduni 2002).