© Editorial UOC 510 Los medios de comunicación en la sociedad en red
la venta de productos indonesios, apelando a su boicot, o de los números de
cuentas bancarias destinadas a recoger donativos para la ayuda humanitaria.
Del análisis de los datos empíricos disponibles sobre la producción de noti-
cias durante el mes de septiembre resulta la constatación de que los periodistas
habían decidido renunciar a la imparcialidad que habitualmente caracteriza su
línea editorial –que por norma general promueve las agendas de los partidos
políticos y los grupos de presión (Gibbins y Reimer 1999)– dando prioridad a
la defensa de valores culturales como los derechos humanos.
Esa decisión resultó decisiva ya que el conocimiento del funcionamiento
de los medios de comunicación como catalizador de un sentimiento común
de identidad timoresa permitió a la sociedad civil expresar sus sentimientos de
una forma colectiva y dirigida a los medios de comunicación.
Como señaló en una entrevista el director de noticias de TSF, Carlos Andrade,
(Andrade C. 1999), acerca de la relación entre Portugal y Timor Oriental desde
1975 y hasta las protestas de 1999, hace falta considerar tres vectores de análi-
sis: la clase política, que vivió la situación sin gran esperanza en su resolución;
los medios de comunicación, que desde muy tamprano comprendieron su
esencia; y los ciudadanos, que mantuvieron a Timor en sus corazones.
Muchas de las acciones promovidas y editoriales publicados durante el
período analizados parecen encuadrarse en lo que Shah llama periodismo de
desarrollo, una forma de periodismo dedicada a los aspectos sociales, culturales
y políticos del desarrollo más allá de aspectos meramente económicos. Se trata
de un estilo de periodismo más democrático que destaca la comunicación “de
abajo hacia arriba”, un estilo de periodismo pragmático no convencional en su
enfoque de los temas tratados, que incentiva la acción, la creación y el mante-
nimiento de un espacio de movilización (Shah 1999).
Shah (1999) considera incluso la actitud de los periodistas un posible susti-
tuto de la acción de las elites intelectuales bajo cuya orientación se suele crear
una predisposición a la acción colectiva.
En este sentido podemos considerar que los periodistas, al igual que los
intelectuales (Garner 1996) en otros contextos de protesta social, pueden
desempeñar un papel esencial en el encuadramiento y síntesis de identidades
colectivas con vista a la movilización de una base de apoyo al movimiento,
construyéndose su papel dialécticamente y en simultáneo con la eclosión del