© Editorial UOC 485 Medios de comunicación, movilización y protestas
El cierre de RTP2: la televisión vista desde Internet.
El análisis de las emisiones televisivas de los telediarios de los tres canales
generalistas portugueses (RTP, SIC y TVI) en el período comprendido entre el
10 y el 21 de mayo de 2002 nos muestra un estudio de caso ejemplar sobre qué
puede suceder cuando los medios de comunicación más emblemáticos y de
mayor penetración en la sociedad (la televisión) se convierten en noticia.
El contexto donde se desarrolla la protesta que analizamos aquí es un sis-
tema de medios de cariz europeo donde las televisiones de servicio público
ocupan, al contrario de EE.UU. o Brasil, una media del 30 al 40% de cuota de
mercado. Son excepciones, con cuotas próximas o superiores al 50%, el Reino
Unido, Dinamarca, España y Austria, mientras en los diez nuevos miembros de
la Unión Europea, particularmente los países del este, la cuota de mercado de
las televisiones públicas tiende a ser más baja, con una media que oscila entre
el 15% y el 20 o 30% (Kiefl 2005).
Durante esos once días de mayo de 2002 se generó un clima de conflicto
entre la televisión pública y el gobierno a partir de las afirmaciones del Ministro
de la Presidencia, Dr. Morais Sarmento, de las cuales se desprendía una clara
convicción por parte del gobierno de la necesidad de cerrar el segundo canal
del servicio público como primer paso hacia el saneamiento financiero de la
RTP.
Después de dar la noticia del fin de RTP2 en el propio telediario de la televi-
sión pública, lo que inicialmente pareció ser la cobertura de un acontecimiento
de agenda como tantos otros se transformó en una lucha por la supervivencia
del servicio público de televisión frente al modelo de las demás televisiones
generalistas portuguesas, movilizando a ciudadanos a favor de RTP, es decir,
contra “su fin”, y a ciudadanos a favor del gobierno, es decir, a favor de su
cierre, todos manifestándose en Internet en el foro creado expresamente en el
sitio web de RTP para debatir este tema.
Al mismo tiempo se multiplicaban las recogidas de firmas por e-mail dirigi-
das al Presidente de la República, al Defensor del Pueblo y a parlamentarios.
Paralelamente, los líderes de opinión debatían lo mismo que Internet en
las páginas de los periódicos nacionales mientras el ministro y los trabajadores
de RTP se enzarzaban en una guerrilla mediática que acabó involucrando a los