© Editorial UOC 371 Medios de comunicación y ciudadanÃa
En consecuencia, los diferentes partidos y agentes polÃticos, movimientos
sociales y ciudadanos utilizan los medios de comunicación para difundir,
influenciar y persuadirse mutuamente de sus opciones, programas y objetivos
polÃticos, culturales y sociales (Bennett 2001).
Si se garantiza un nivel de autonomÃa por parte de los medios de comunica-
ción en relación al poder polÃtico y económico, los agentes polÃticos se some-
ten, al menos en parte, a su modo de funcionamiento, en particular en cuanto
a la televisión, radio y prensa.
Sin embargo, cuando esa autonomÃa se entiende que está reducida,
los agentes polÃticos buscan alternativas, como por ejemplo las que ofrece
Internet a través de la escritura en blogs o el recurso al movimiento Indymedia
(Cammaerts 2003).
Es cierto que uno de los modelos predominantes de la polÃtica informa-
cional se asienta en las democracias europeas, asiáticas, latinoamericanas y
norteamericanas en una relación tripartita entre agentes polÃticos lÃderes con
carisma mediático, los medios de comunicación y los sondeos permanentes,
creando un ritmo de interacción donde la deliberación polÃtica y la participa-
ción pierden peso. Pero la polÃtica informacional es también una forma de com-
binar varias formas de mediación tecnológica, desde Internet a la televisión, y
no todas las descripciones difundidas sobre lo que es la polÃtica hoy se aplican
a todas las formas de mediación al servicio de la ciudadanÃa.
El dominio de los medios de comunicación ha sufrido grandes cambios en
los últimos 15 años con la proliferación del vÃdeos y los mandos a distancia
de la televisión, la televisión por cable y satelite, el crecimiento de Internet,
la integración horizontal y vertical de los medios de comunicación, etc. Esos
cambios han incrementado drásticamente la cantidad de información disponi-
ble, la velocidad de acceso a la misma, las oportunidades de comunicación en
masa interactiva y la convergencia de tipos, propiedad y géneros de medios de
comunicación.
Esos cambios permiten comprender que la propuesta de definición de
democracia planteada por Robert Dahl (1989) es claramente válida para nues-
tro mundo actual.
Para este autor, la democracia se define como un ideal de gobierno realizado
a través de la distribución igual del poder.