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Precedentes y exPerimentación
5.1.2. Las memorias ópticas
Las diferentes clases de memorias ópticas permiten abrir una
nueva era con relación al almacenamiento y recuperación de la infor-
mación. Entendemos por memorias ópticas aquellos sistemas que
utilizan el rayo láser para grabar y reproducir información. La idea
de utilizar un rayo de luz para leer la información almacenada en
un determinado soporte es muy antigua: en 1929, un ingeniero de
la Columbia, Reginald T. Friebus, presentaba la patente de un disco
capaz de almacenar imágenes en colores y sonido. La información
se codificaba en forma digital y la lectura debía hacerse mediante un
delgado rayo de luz. La invención del iconoscopio o tubo de televi-
sión con su resolución superior hicieron inviables esta y otras ideas,
y no llegó, por tanto, a construirse nunca un prototipo del visionario
invento de Friebus.
También empleaban tecnología óptica los primeros intentos serios,
ya en la década de los 60, de desarrollar un sistema de videodisco.
Usaban como soporte una placa fotográfica circular de alta resolución.
La idea pasó por varias compañías, desde 3M a MCA, a través de la cual
llegó a influir en el actual estándar Laservision. Fue la posibilidad de
aplicar la tecnología láser lo que dio el impulso definitivo a la vía óptica
de almacenamiento de la información. Con la luz del láser es posible,
en efecto, realizar una acción selectiva sobre zonas muy pequeñas de
superficie. El tamaño de estas zonas es del orden de la propia longitud
de onda de la luz, es decir, del orden de la millonésima de metro.
No es extraño, pues, que se haya pensado en utilizar procedimien-
tos ópticos para almacenar cualquier tipo de información: textos,
archivos informáticos, audio, vídeo, etc. En efecto, su densidad de
almacenamiento (10.000 bits o elementos de información por mm2)
es 30 veces superior a la de los soportes magnéticos usuales en infor-
mática. Esto significa que un disco óptico puede contener 30 veces
más información que un disco magnético del mismo tamaño. La otra
ventaja tradicional de las memorias ópticas sobre las magnéticas es
su muy superior perdurabilidad. Al no existir contacto físico entre el
disco y un instrumento de lectura (esta se hace a través del láser), no
se produce ningún desgaste del soporte. Se calcula que cada copia de
videodisco Laservision puede durar más de 100 años, que se convierten
en 10.000 para el disco matriz. En comparación, la vida media de una