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PersPectivas de desarrollo
nalización, estadio natural después de que un formato y/o género se
diferencie y se conforme como tal (pero no premisa asegurada, como
hemos analizado en el caso de los soportes fuera de línea, como el CD
ROM y DVD ROM, a finales del siglo pasado).
Con relación a cómo se debería llamar a estas nuevas direcciones del
género, términos como webdocumental, documental digital u otros nombres
abarcan solo alguno de los soportes o plataformas que puede contener
un documental interactivo, pero no su totalidad ni complejidad a día
de hoy. Diferentes terminologías a lo largo de su historia para referirse
a este tipo de formato han sido: “documentales de nuevos medios”,
“documentos digitales o web”, “películas interactivas”, “bases de datos
narrativas”, “exploraciones interactivas”, “visitas virtuales”, “inte-
ractivos documentales”, “ensayos digitales”, etc. Por otra parte, ¿por
qué llamarlo documental si la ficción también entraría en este terreno
borroso en cuanto a sus fronteras –caso de los juegos –, donde palabras
como “cine” o incluso “experiencia” también serían adecuados, o por
qué incluir el término de interactivo si desde una perspectiva más cercana
a las ciencias sociales muchos de estos proyectos no son interactivos en
ningún sentido, más allá de la interfaz, que permite una comunicación
entre el sistema y el receptor (en términos de las teorías expuestas por
la ciencia de la Human Computer Interaction). Personalmente, no esta-
mos en desacuerdo en llamarlo “documental interactivo”, superando
de esta manera las posibles miedos anteriores, cuando el formato nacía
y, como nadie lo consideraba serio, se temía que se le confundiera con
la modalidad interactiva descrita por Nichols318, en la que el director
provoca o estimula al participante o entrevistado durante las entre-
vistas, etc. Nichols cambió después esta modalidad por el nombre de
“participativa”, pero cuando inicié mi investigación, tenía miedo de
esta apreciación y decidimos comenzar por partir del término genérico
de “documental multimedia interactivo” como punto de partida de mi
investigación personal en este ámbito. El término de multimedia ya está
bastante en desuso, por lo que hemos continuado nuestro trabajo solo
considerándolo como “documental interactivo”. Si, como parece mar-
car la dinámica actual en los círculos teóricos interesados en el género,
318. B. Nichols, 1991, 1994 y 2001, op. cit.