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PersPectivas de desarrollo
• Es un ámbito inexplorado y la experimentación se encuentra al
orden del día. Muchos de los presupuestos de países interesados
en el género documental –sobre todo Canadá, Estados Unidos,
Francia e Inglaterra– invierten generosas sumas de dinero para
producir prototipos y presentarlos a festivales y certámenes.
• Los presupuestos de las instituciones que producen un docu-
mental cada vez se encuentran más diversificados: ahora ya no
se centran en su totalidad en la producción audiovisual, sino
que el proceso se está invirtiendo y la excusa actual parece ser el
factor novel que conlleva experimentar con las nuevas formas
y lenguajes.
• Se está convirtiendo, para muchos autores, en una herramienta
de crítica, denuncia y cohesión social al estilo del documental
clásico. Además, se trata de un terreno que cuenta con un
medio propicio y democrático para su difusión, cosa que no
sucede con otros formatos, como ya se ha comentado anterior-
mente, sujetos a otras dinámicas de distribución y exhibición
más complejas (cine, televisión, radio, prensa, etc.).
3.4. Se puede considerar al documental interactivo como una nueva
fórmula audiovisual específica con nuevas lógicas de representación de la
realidad y características propias
Los documentales interactivos crean nuevas lógicas de represen-
tación de la realidad. El énfasis de estas nuevas lógicas radica en la
forma y la relación que se establece entre texto e interactor a la hora de
navegar e interactuar, más que en cómo el autor elabora un discurso
determinado sobre la realidad para el espectador tradicional. El nuevo
discurso se construye gracias a las modalidades de navegación y de
interacción y no tanto a partir de los modos de representación. En esta
línea, opinamos que no se puede considerar el documental interactivo
como una mera evolución de las películas documentales, ya que esta
consideración resulta insuficiente para ilustrar la naturaleza y la pro-
fundidad del cambio. Esto se aprecia si se observa cómo, en el caso
que nos ocupa, las modalidades de representación no pueden consi-
derarse indicadores suficientes para analizar el nuevo formato, pero sí
las nuevas modalidades de navegación no lineal y de interacción digital