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InteractIvIdad y multImodalIdad
caracterizan por su variabilidad, en vez de copias idénticas, dando lugar
a muchas versiones diferentes, las cuales en lugar de ser creadas por
humanos, suelen ser montadas para ordenar. Lo lógico de los nuevos
medios corresponde a la lógica de la distribución postindustrial: la pro-
ducción a petición del usuario y el tiempo justo. La variabilidad es útil
porque nos permite conectar muchas características importantes de los
medios que a primera vista no tienen relación. Algunos ejemplos par-
ticulares podrían ser la interactividad arbórea y la hipermedia. Aunque
deducimos el principio de la variabilidad a partir de principios más
básicos, también se puede ver como una consecuencia de la forma que
tiene el ordenador de representar los datos como variables en vez de
constantes, mientras que en el plano de la comunicación entre el hom-
bre y el ordenador, este principio significa que al usuario se le ofrecen
muchas opciones para modificar el funcionamiento de un programa o
de un objeto mediático.
Lev Manovich, en su obra de referencia The Language of New
Media236, expone los conceptos existentes sobre los nuevos medios
de comunicación, pero considera que deben ser reevaluados para que
se comprendan mejor. Uno de ellos es el mito de la interactividad. Se
supone que una de las diferencias entre los viejos y los nuevos medios
de comunicación es justamente esta cualidad, ya que los usuarios
“interactúan”, es decir, participan del proceso comunicativo mediante
acciones (elección, investigación, observación, ir, volver, leer, seleccio-
nar, rechazar, etc.). Según Manovich, esta concepción no contempla la
total significación del término interactividad, ya que solo la aborda desde
la comprensión del término como “interactividad física”. En esta pola-
rización del uso terminológico, que responde en cierto modo al deseo
moderno de exteriorizar la vida mental, se deja fuera la connotación
del término en el aspecto psicológico, en la que el sujeto realiza dife-
rentes procesos de estructuración mental (reconocer objetos, detectar
mensajes, completar partes, etc.) que sí se consuman en otros medios
anteriores a internet, como en las artes clásicas y modernas (pintura,
escultura y arquitectura). Justamente es en esta interacción a nivel psí-
quico donde se encuentran las más ricas posibilidades. Esta interacción
236. Ibíd.