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El documEntal intEractivo uoc press
de no ficción es una propuesta simple y que consideramos pertinente,
la cual comienza a definir el objeto de estudio de nuestra investigación.
Desde el punto de vista de Katherine Goodnow, los documentales
interactivos provienen de los experimentos iniciales de las películas
interactivas, donde la actividad física, más que la cognitiva, es utili-
zada para navegar en directo a través del material existente (vídeo o
película). Gaudenzi valora y adopta en su investigación la distinción
básica entre las funciones físicas y cognitivas que realiza Goodnow:
“Goodnow makes a distinction between cognitive function (the act
of understanding and interpreting) and physical activity (where the
‘audience must do something in order to fulfill the desire to know how
the story will end, or to explore alternative storylines’)185”.
Esta distinción inicial de Goodnow nos parece acertada y delimita
y diferencia algunas funciones clave del usuario de cualquier aplicativo,
pero discrepamos cuando intenta plantear el fenómeno del documen-
tal interactivo desde la perspectiva de una evolución a partir de otros
géneros o tendencias. La posición de Mitchell Whitelaw nos parece
más pertinente:
“By tying linear and interactive documentaries together the tendency
would be to expect them to be somehow similar, or at least in a clear
evolutive relation. I personally disagree with this vision and join artist and
new media theorist Mitchell Whitelaw when he says that ‘new media doco
[documentaries] need not to replay the conventions of traditional, linear
documentary storytelling; it offers its own ways of playing with reality186”.
Almeida y Alvelos, por su parte, parten de la definición de Galloway
et al., una definición sencilla pero precisa: “cualquier documental que
utilice la interactividad como parte nuclear de su mecanismo relacio-
nal”. Esta definición nos da una pista crucial: lo que diferencia un tipo
de documental lineal tradicional y uno no lineal creado a partir de los
nuevos medios es el valor añadido y diferencial que aporta la interacti-
vidad. A simple vista esta empresa conjunta no solo parece no ser una
tarea sencilla dado el estado actual de la evolución de los documentales
y la interacción, sino que también crea grandes expectativas en los
185. K. J. Goodnow; V. Cordova; H. Venegas (2004). ICT and Multicultural Practice. Bergen: InterMedia, pág. 2.
186. Whitelaw, 2002, op. cit.