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El documEntal intEractivo uoc press
lidad y no permite alterar el orden del discurso, mientras que en el
ámbito interactivo se puede afectar este orden y modificarlo. Como
comenta Xavier Berenguer 117, hay “comportamientos reactivos en
los automatismos, también hay comportamientos participativos en
determinadas obras de comunicación y expresión, sin embargo, de
acuerdo con esta definición, ni unos ni otros pueden considerarse
comportamientos interactivos”. Por tanto, acotando esta primera
idea, en los documentales lineales podemos encontrar componentes
reactivos (activados a partir del mando del DVD, como ver escenas,
subtítulos, extras, etc.), mientras que en los documentales interactivos
no lineales encontramos componentes interactivos, es decir, hay que
entender el sistema y tomar decisiones para avanzar. En el primer caso
el tipo de interacción es débil, mientras que en el segundo es media
o fuerte: en el caso de los documentales lineales, tan solo pulsando el
play del DVD o con el ratón ya vemos el documental, mientras que en
el caso interactivo hay que realizar diferentes acciones con diferentes
propósitos: enlazar con el aplicativo, escoger idioma y modalidad de
navegación y de interacción, conocer el sistema, decidir y avanzar en
cada bifurcación que se nos presente, acciones relacionadas con la
interacción y con la interfaz, y sobre todo, dejar huella del paso por la
aplicación, acciones relacionadas con la interacción con el contenido
o los otros interactores.
Enlazando el punto anterior con la idea de participación física en el
documental interactivo de Gaudenzi, y como segunda gran idea dife-
renciadora desde un punto de vista mental y físico, se puede afirmar
que tanto el documental lineal como el interactivo pretenden docu-
mentar la realidad, pero el tipo de material en referencia a los medios
y las preferencias de sus autores y participantes acaban creando un
producto final muy diferente. El documental lineal pide solo un tipo
de participación cognitiva (mental) de su público, que se traduce en
una interpretación y reflexión mental de lo visto, mientras que en el
segundo caso, el documental interactivo exige, aparte de la interpreta-
ción cognitiva, un tipo de participación física relacionada con la toma
de decisiones y que se traduce en la utilización del ratón, el movimiento
117. X. Berenguer, 2004, op. cit., pág. 34.