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dispositivo y comunicación
ilustración 8:
Beryl Korot, Dachau, 1974.
Con el paso del tiempo, aunque con una aceleración expositiva
enorme dada la cantidad de obra que se crea en el ámbito de la
videoinstalación, la videoescultura, las propuestas multimedia,
el screen art y la diversa nomenclatura que se aplica a la práctica
artística de la instalación con imágenes y sonidos; los discursos
y modos de representación ampliarán la gama de indagaciones
estéticas del espacio.
En las videoinstalaciones de Gary Hill se puede observar cómo
se amplían los elementos en juego: la extensión de las relaciones entre luz
y oscuridad, el movimiento, la escala de las proyecciones o la disposición espacial
de los monitores, la inclusión de objetos, el tiempo experimentado de manera
sensorial. Como las relaciones entre estos elementos son lábiles o impredecibles, el
espectador adquiere un rol fundamental, ya que de él depende el encontrar un sen-
tido para el conjunto, aunque sea provisorio. Las videoinstalaciones van acom-
pañadas, generalmente, por textos de renombrados filósofos (Martin Heidegger,
Maurice Blanchot, Ludwig Wittgenstein, Gregory Bateson) o por textos propios
desplegados en la lectura. La relación con las imágenes suele ser problemática:
algunas veces, el ritmo de la lectura determina el ritmo de las imágenes (como en
Between Cinema and a Hard Place, de 1991, o Circular Breathing, de 1994);
otras, se generan confrontaciones, cortocircuitos o incomplementariedades que
ponen en cuestionamiento su relación (Beacon, 1990). Lentamente se refuerza
la contraposicn entre el sonido presente en la sala (aqy ahora) y las imágenes
que remiten a una realidad exterior, no solo a la sala sino también al lenguaje.126
126. Rodrigo Alonso, 2008, http://www.roalonso.net/es/videoarte/gary_hill.php.