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Así que, como se ha dicho de Visconti o de Berg-
man, el director tiene que ser como una especie de
médium que ilumine a los actores para que transmitan
la verdad del personaje y sepan captar la esencia de la
historia. Grandes directores como Hitchcock han do-
minado como nadie el lenguaje cinematográfico, pero
no se han preocupado mucho de los actores. La con-
secuencia es que su cine se puede resentir. Son bas-
tantes los críticos que han señalado que el cine del
maestro británico se centra en la historia y el suspen-
se, dejando a los personajes en una categoría muy in-
ferior, ya que les falta la profundidad y la evolución
necesarias. Quizás el cine de Hitchcock no los necesi-
ta, pero eso es algo que hay que tener muy en cuenta,
especialmente, en las películas centradas en el perso-
naje como motor de la historia.
En el cine de industria, muchas veces es la peri-
pecia la que manda, y no importa que Indiana Jones
sea un arquetipo, completamente plano. Aun así, Har-
rison Ford, como el gran Cary Grant, James Stewart
o Grace Kelly, han sido actores dotados de carisma y
capacidad para empatizar con el espectador fuera de
lo común.
Así pues, en general podemos decir que el cine
depende mucho del actor, un territorio en el cual el
director se ha de volcar si no quiere perder gran parte
de la fuerza de una película. Incluso un director tan
capacitado para la técnica y el lenguaje cinematográfi-