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este nuevo contexto, el documental dedicado a tra-
bajar con la realidad se convirtió en un género im-
prescindible para la televisión y casi desapareció de
las pantallas de cine, hasta hoy, que resurge con fu-
erza. No debemos olvidar que el documental, como
permite tratar elementos de la realidad y ofrecer in-
formación, ha sido un género intrínsecamente ligado
a la política.
En la primera década posterior a la Segunda
Guerra Mundial, sobre todo en Estados Unidos, au-
mentó la producción de películas patrocinadas por
empresas. Al mismo tiempo, en las televisiones ame-
ricanas se incrementaba la venta de espacios de emi-
sión; esta costumbre significaba que las multinaciona-
les podían manipular la demanda para que absorbiera
la producción. Las multinacionales norteamericanas,
como afirma Erik Barnouw, se expandían al exterior
y controlaban mercados, recursos y medios de comu-
nicación. El inicio de la guerra fría también propició
el interés por controlar los medios de comunicación.
Recordemos la "caza de brujas" que se desató en Es-
tados Unidos, dirigida sobre todo contra los artistas
y profesionales sospechosos de simpatizar con ideas
de izquierdas.
Esta purga fue denunciada desde el programa de
Edward R. Murrow See It Now, una serie iniciada en
1951 en la CBS que utilizaba los documentales para
informar a los teleespectadores. En esta ocasión se