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Desgraciadamente, en nuestros tiempos el cine
está bastante parado y son pocas las innovaciones in-
corporadas, porque a la industria y al espectador les
resulta más cómodo ver una película según la fórmu-
la establecida del lenguaje cinematográfico. Esta fór-
mula, partiendo del cine de Griffith y John Ford, se
consolida con Alfred Hitchcok, quien, tomando la
lección del expresionismo alemán, desarrolló un cine
muy visual, no dependiente del diálogo, muy claro en
su exposición y que generaba una fuerte atracción e
interés en el espectador. La prueba de la valía del ci-
ne de Hitchcock es que continuamente reponen sus
películas en la televisión y la mayoría nos engancha-
mos, a pesar de haberlas visto cien veces.
En este libro desarrollaremos el lenguaje cinema-
tográfico partiendo de esta fórmula e idea de cine más
aceptada y establecida, pero queremos insistir en que
este no es el único camino y que, por suerte, el cine,
como todas las artes, es un lenguaje abierto a otras
formas. ¿Cuál es la idea de cine de Alfred Hitchcock?
Pues, como expone en la larga y excelente entrevista
que le hizo François Truffaut, el cine es un patio de
butacas que se tiene que llenar. La definición es tan
sencilla como la definición técnica que hemos expu-
esto antes, según la cual el cine son 24 imágenes por
segundo. Su significado esconde la idea de que el ci-
ne implica una inversión económica que tiene que re-
cuperarse llenando un patio de butacas de espectado-