Editorial UOC 52 Teoría de las relaciones laborales...
La apología del trabajo
“Hoy, en nuestra Cuba, el trabajo adquiere cada vez más una significación nueva, se
hace con una alegría nueva […] Y les podríamos invitar a los campos de caña para que
vieran la fuerza viril de nuestros trabajadores cortando la caña con amor, para que
vieran una actitud nueva frente al trabajo, para que vieran que no es el trabajo lo que
esclaviza al hombre, sino que es el no ser poseedor de los medios de producción; y
que cuando la sociedad llega a cierta etapa de su desarrollo […] adquiere frente al tra-
bajo […] la alegría de estar cumpliendo con un deber, de sentirse importante dentro
del mecanismo social […] Y junto con eso, junto con el trabajo que está todos los días
realizando la tarea de crear nuevas riquezas para distribuir por la sociedad, el hombre
que trabaja con esa nueva actitud se está perfeccionando”.3
La ambivalencia del trabajo
“Lo que hoy entendemos por trabajo ha sido, a lo largo de la historia humana, un re-
ferente para toda suerte de tabúes y de imperativos morales, así como de prescripciones
y proscripciones diversas. Esta ambivalencia fundamental que ha venido suscitando ha
acabado haciendo de él objeto del deseo y del rechazo más profundos, del miedo a te-
nerlo y a perderlo, del ansia por liberarse de él y del horror a quedarse sin él, vía de
emancipación y de alienación, potencial liberador y deshumanizador, don y mercan-
cía, factor tranquilizante y estresante, […] fuente de beneficios y de maleficios”.
J. M. Blanch (2001) “Empleo y desempleo: ¿Viejos conceptos en nuevos contextos?.
En: E. Agullo; A. Ovejero (coords.). Trabajo, individuo y sociedad (pág. 31). Madrid: Pi-
rámide.
2.3. Dimensiones
El trabajo es una realidad compleja, heterogénea y polisémica, que presenta
configuraciones distintas según los diversos espacios y tiempos, situaciones y
contextos; siendo por ello objeto de un estudio multi e interdisciplinar. En un
sentido meramente descriptivo y tópico, suele hablarse de dimensiones del fenó-
meno; mientras que cuando se trata de aportar, además, claves para la lectura
no sólo de las diferentes vertientes horizontales, sino también de las desigual-
dades verticales, se tiende más bien a aplicar el término divisiones.
3. Ernesto “Che” Guevara (1964). “Discurso de 15 de agosto de 1964”. Citado por J. del Turia
(comp.) (1977). Temática del marxismo (tomo II, pág. 147). Barcelona: Cinq d’Oros.