Editorial UOC 49 Capítulo I. Trabajar en la modernidad...
El levantamiento de la censura moral concerniente al afán de lucro y a la
persecución del beneficio económico.
La condena cultural de la pereza y del ocio.
La pasión desenfrenada por el dinero y la riqueza.
La incitación al ahorro y a la iniciativa inversora.
La racionalización instrumental de la actividad productiva.
La moderna ética del trabajo ha sido presentada como una victoria de la ra-
cionalización moralizadora y modernizadora sobre la presunta indolencia arcai-
ca e irracional que se manifestaba, según ciertas crónicas, en la resistencia de las
primeras generaciones de obreros industriales a someterse a las duras y antina-
turales condiciones laborales que les imponía la ideología del capital aplicada
en el nuevo entorno de la fábrica. En este sentido, el régimen industrial no sólo
conlleva una especie de dominio de la naturaleza por el ser humano (que, por
este desempeño, se autorrealiza supuestamente como productor), sino sobre todo
el sometimiento y la disciplinización de la misma naturaleza humana –de lo que
resta de ella en la persona del proletarioen aras de los imperativos de la pro-
ducción fabril capitalista.
Según Bauman (1998), la ética moderna del trabajo se apoya sobre las siguien-
tes bases ideológicas:
1) Dos premisas explícitas:
Para vivir hay que trabajar. Sin trabajar, no se logra sobrevivir.
Trabajar es bueno. No hacerlo es malo.
2) Dos supuestos tácitos:
Trabajar es la forma normal de existir. No hacerlo es anormal.
Sólo tiene valor moral superior aquel trabajo cuyo mérito es reconoci-
do y recompensado por los demás.
La santa alianza liberalismo –protestantismo, al tiempo que difunde la ver-
dad del valor del trabajo como fuente de riqueza individual y colectiva, econó-
mica y moral, critica, minimiza, denuncia y condena la riqueza que no proviene
directamente del trabajo: las rentas de la propiedad de la tierra, en manos de la
aristocracia y de organizaciones religiosas tradicionales (se pretende cazar, así,
dos pájaros de un sólo tiro).