Editorial UOC 30 Teoría de las relaciones laborales...
En efecto, con anterioridad a la era moderna industrial –concretamente an-
tes del siglo XVIII– ni en las lenguas europeas ni en las del resto del mundo re-
sulta observable indicio alguno de un término genérico que cumpliera esta
función. Más bien aparece una pluralidad de voces que remiten a parcelas espe-
cíficas del amplio espacio semántico abarcado por aquel referente global.
“El griego antiguo no disponía de un término unificador para significar los conceptos
expresados por las palabras ‘trabajo’ y ‘trabajar’ […]. Tampoco el latín ni las otras len-
guas clásicas, ni la mayor parte de las lenguas extraeuropeas poseen propiamente un
término o un concepto correspondientes a la idea abstracta de una actividad indiferen-
ciada orientada hacia la producción, la transformación o la manipulación de valores de
uso y creadora de valor económico.
La historia de las lenguas modernas de Europa nos muestra, por el contrario, que no es
más que al final de una larga evolución, después de deslizamientos semánticos diver-
sos, que las palabras ‘trabajo’, ‘travail’, ‘labour’ o ‘arbeit’ han quedado confinadas a acep-
ciones exclusivamente económicas.”
Cartier, M. (1984). Le Travail et ses Répresentations (pág. 15). Paris: Archives Contempo-
raines.
En general, los diversos significantes y sus correspondientes significados
denotativos y connotativos se extienden a lo largo de un eje bipolar, en cuyos
extremos figuran la representación de algo bueno, positivo y deseable, por un
lado, y la de algo malo, negativo e indeseable, por el otro. Sobre ese heterogé-
neo subsuelo cultural arraigan los modernos conceptos de trabajo y de activi-
dad laboral.
Al compás de la irrupción de la era industrial, los diversos universos sociolin-
güísticos, a la par y en la medida en que han sido colonizados por la civilización
del trabajo, han ido adaptando su léxico y su semántica, inventando, transfor-
mando o importando los significantes y significados correspondientes.
Por civilización del trabajo entendemos la vertebración del orden social y cul-
tural en torno al trabajo y a las relaciones laborales. Hablamos en términos de
civilización para referirnos a una especie de macrocultura que abarca una serie
de culturas específicas más o menos homogéneas en cuanto a sus principios es-
tructurales básicos. Por ejemplo, podemos hablar de civilización industrial para
referirnos a lo que constituye el denominador común de las culturas japonesa,
europea y norteamericana del siglo XX.