Editorial UOC 29 Capítulo I. Trabajar en la modernidad...
Porque la característica esencial de este trabajo –el que ‘tenemos’, ‘buscamos’, ‘ofrece-
mos’– es la de ser una actividad en la esfera pública, demandada, definida, reconocida
como útil por otros y, como tal, remunerada por ellos.”
Gorz, A. (1988). Metamorfosis del Trabajo (págs. 25-26). Madrid: Sistema.
Para que en la próxima visita que recibamos podamos explicarnos con más
propiedad y mayor eficacia comunicacional, nos será útil preguntarnos ahora
de dónde proviene nuestra civilización basada en el trabajo, cuáles son los ci-
mientos arqueológicos de nuestra cultura laboral, en qué consiste la estructura
de significados a la que nos remitimos cuando pensamos y hablamos sobre re-
laciones laborales, qué incrustaciones terminológicas y qué lastres ideológicos y
morales arrastran nuestro lenguaje sobre el trabajo y el orden social vertebrado en
torno a las relaciones laborales.
Además, cualquier proyecto prospectivo de definición de los futuros posibles
del trabajo y de las relaciones laborales, al igual que todo plan estratégico orien-
tado a encauzarlos hacia una determinada dirección, han de basarse en el cono-
cimiento sistemático de cómo se ha llegado a la situación presente. Para ello,
vamos a empezar por un repaso etimológico, descriptivo y sociohistórico.
1.1. Etimología
Los diccionarios etimológicos de las más diversas lenguas proporcionan una
idea de la polisemia del vocablo trabajo (y equivalentes); así como de la evolución
de su significado. La historiografía y la sociología del trabajo ponen de relieve una
evolución desde una pluralidad de trabajos concretos y específicos hasta la repre-
sentación del trabajo genérico y en mayúscula (ver Jaccard, 1960; Parias, 1960; De
Ruggiero, 1977; Cartier, 1984; Hall, 1986; Gorz, 1988; Pahl, 1988; Tripier, 1991;
Aizpuru y Rivera, 1994; Castel, 1995; Meda, 1995; Bauman, 1998; Castells, 2000).
El uso cotidiano y científico contemporáneo del trabajo como concepto abs-
tracto, referido a cualquier tipo de actividad productiva o generadora de valor
económico y susceptible de intercambio mercantil, tiene una corta historia, un
largo período de incubación social y cultural y está sometido a un proceso de in-
novación permanente.