Editorial UOC 261 Capítulo II. Teoría sociológica...
b) En la segunda etapa, que corresponde al periodo de entreguerras, 1919 a
1939, algunos países ya reconocen los derechos de representación y negociación
colectiva, impulsados por el tripartismo conseguido en el Tratado de Versalles. Sin
embargo, todavía el conflicto es considerado teóricamente como disfuncional,
perturbador del orden de una supuesta comunidad de intereses entre capital y tra-
bajo. El marxismo sigue teniendo una visión meramente política sobre las relacio-
nes laborales y considera el sindicalismo como una correa de transmisión del
partido comunista en la versión leninista. A pesar de todo, el pluralismo de la es-
cuela de Oxford avanza en la concepción del derecho del trabajo como un derecho
colectivo vivo para corregir las asimetrías de poderes que genera el mercado. Es de-
cir, la cuestión central es considerar las instituciones sociales (la costumbre, la tra-
dición, las normas, etc.) como mecanismos limitadores del mercado en el
pensamiento liberal.
c) Finalmente, en la tercera etapa, después de la Segunda Guerra Mundial, se
produce un salto, tanto en el terreno de la institucionalización de las relaciones
laborales como en el de la elaboración teórica. El reconocimiento de los sindicatos
y de la negociación colectiva suponen una institucionalización del conflicto. El
conflicto deja de ser considerado disfuncional; ahora tiene funciones positivas en
la construcción de la norma y del orden social. La negociación colectiva se con-
vierte en una institución social que proporciona estabilidad y continuidad a las
relaciones laborales. La obra de Dunlop tiene un papel singular en esta nueva vi-
sión, donde el pacto y la conciliación es un rasgo estable de las relaciones labora-
les, mientras que el conflicto es sólo temporal. Las modernas relaciones laborales
tienden a la estabilidad y a la convergencia bajo pautas más o menos similares en
todos los países. Pero también en esta etapa los autores neomarxistas elaboran una
teoría específica sobre las relaciones laborales, superando la visión estrictamente
política para estudiar las relaciones sociales como parte de las relaciones de con-
flicto derivadas de la estructura social. Así, el conflicto sigue siendo una caracterís-
tica permanente de los sistemas de relaciones laborales, mientras que el pacto se
considera como una cuestión temporal. Otra visión distinta, con menos pretensio-
nes, nos la ofrece las teorías interaccionistas, que tratan de dar cuenta de los proce-
sos asociados a la negociación colectiva.
Por otra parte, desde la perspectiva teórica neoweberiana, se trata de dar
cuenta también del fenómeno de la burocratización de un mundo dominado