Editorial UOC 250 Teoría de las relaciones laborales...
ción comunista ha comportado un concepto distinto: la subordinación del sindi-
cato al partido: ambos formarían un bloque político alternativo al capitalismo.
Hoy día esta concepción de la autonomía de clase subyace en el movimiento
sindical de distintas formas, como ideología de oposición de los pequeños grupos
sindicales, de los movimientos radicales, pero también del sindicalismo indepen-
diente e incluso forma parte de la ideología adversarial de algunas grandes confe-
deraciones sindicales, lo que contribuye a explicar las frecuentes tensiones y
pugnas entre sindicatos y partidos de una misma corriente ideológica. El reto para
esta orientación de la acción es vincular los intereses específicos con los intereses
generales, o sea evitar el riesgo del egoismo particular microcorporatista.
Estas tres orientaciones no se excluyen entre sí, sino que marcan tendencias
en tensión o en conflicto, incluso a veces presentes en el propio seno de un solo
sindicato de forma contradictoria. Los sindicatos deben actuar continuamente en
estas tres direcciones: no pueden ignorar las condiciones del mercado, ni la pre-
ocupación central por mantener y mejorar el poder adquisitivo de los salarios.
Tampoco pueden obviar los intereses colectivos de los trabajadores y por tanto
deben actuar en dirección a los intereses de clase, propiciando incentivos de iden-
tidad, elementos de identificación ideológica en oposición a las otras clases. Y
tampoco pueden dejar de lado su papel como institución de integración social e
intermediadora con los intereses generales de la sociedad. Con todo, el “sindica-
lismo de negocio” orienta fundamentalmente su acción hacia el mercado. El sin-
dicalismo integrador hacia la sociedad y el sindicalismo de oposición radical hacia
la clase. Pero inmediatamente señala Hyman que no existe en estado puro ningu-
na de estas tres orientaciones. De hecho, la orientación de la acción sindical se de-
bate en la pugna entre los tres vértices: mercado/clase/sociedad. La geometría del
sindicalismo es variable en tiempos de cambios, como la actual fase de integración
europea que comporta riesgos y oportunidades.
Los tres tipos ideales de orientación de la acción sindical muestran hoy ciertos
elementos de convergencia en las ideologías e identidades. Las tres orientaciones
del movimientos sindical deben hacer frente a similares problemas, como son el de-
clive del empleo en el sector industrial tradicional que ha constituido su base de
afiliación; la crisis del trabajo como fuente de identificación ideológica de los
trabajadores, el decreciente apoyo político de los sindicatos, así como la creciente
competitividad del entorno económico y el predominio de la lógica del mercado.