Editorial UOC 240 Teoría de las relaciones laborales...
la relación entre el sistema y el “todo social”, ni actuar en nombre del todo
social. Esta concepción de sistema esconde una visión microcorporatista de
la sociedad, pero en cambio contribuye a explicar cómo los sistemas (la em-
presa) produce sus propios elementos básicos, organizan sus fronteras y se
adaptan a las variaciones del entorno. La idea de Luhmann (1996) de que los
sistemas son cerrados y autónomos no parece tan evidente, por cuanto éstos
(las empresas) tienden a integrar códigos y pautas organizativas provenien-
tes de otros sistemas y del propio entorno. Es decir, no explica los procesos
de retroalimentación. Con todo, esta nueva concepción de la empresa como
sistema y su diferenciación del entorno han contribuido a simplificar las ex-
plicaciones sobre los procesos de adaptación de las empresas a las variaciones
y contingencias del entorno.
2) Por otro lado, desde la teoría institucionalista, también se ha criticado
la excesiva atención que se ha prestado en la literatura a la negociación co-
lectiva. Ello ha comportado olvidar los otros planos de las relaciones labora-
les. Particularmente, la escuela de gestión de recursos ha pasado por alto los
aspectos institucionales. Desde la obra pionera de J.R. Commons y Perlman,
la teoría de las relaciones laborales ha enfatizado la importancia de la estruc-
tura institucional en la que se desarrollan las relaciones entre trabajadores y
empresarios. Un argumento importante (subrayado por Commons y Veblen)
es que “las estructuras institucionales, las leyes, las tradiciones y las costum-
bres ejercen una presión independiente sobre las condiciones de elección y
actuación de los actores y de los individuos”. Este efecto independiente de las
mencionadas estructuras institucionales también se ejerce sobre el mercado,
de modo que también condiciona las posibilidades de actuación de las fuerzas
del mercado. Estas observaciones del papel que juegan las instituciones socia-
les condicionando los resultados de la interacción entre trabajadores y em-
presarios constituye un hecho diferencial respecto a la teoría económica
neoclásica. Sin embargo, otros autores, como Olson, han interpretado el pa-
pel de las instituciones como obstáculos burocráticos y reglamentista que
condicionan la elección estratégica de los actores.
Kochan, Katz, McKersie (1993, pág. 40 y siguientes) nos ofrece un escenario
más amplio para situar las relaciones laborales más allá del puesto de trabajo y
de la negociación colectiva. Las actividades de los empresarios, trabajadores y