Editorial UOC 226 Teoría de las relaciones laborales...
flicto y al funcionalismo de Parsons, y forma parte de la corriente interaccionis-
ta que se ha revitalizado en las últimas décadas. La crítica se dirige tanto a la
visión estructural del marxismo como a la visión normativa que ofrece el fun-
cionalismo.
Por el contrario, la tradición que Homans reclamaba para la teoría pospar-
soniana era en cierto modo una derivación de la economía clásica. Esta teoría
sociológica del intercambio se apoya en el individualismo y la racionalización.
En este sentido, entiende “la vida social como el intercambio de mercancías
más o menos iguales entre individuos más o menos racionales” (Alexander,
1990, pág. 332). Los individuos en el pensamiento de Homans economizan,
intercambian, negocian, son racionales y buscan la eficiencia. Por consiguiente,
se entiende que las instituciones sociales están construidas sobre la base de los
intereses conscientes de individuos racionales. La conducta individual es subin-
tencional. Ésta es la base de la racionalidad. Esta perspectiva analítica no sólo es
válida para la economía, sino también para la política. La vida política se con-
templa como un gran contrato entre individuos, así como entre ciudadanos y
gobiernos. Los individuos optan en función de sus propios intereses, pero el
mercado dispone del contexto de modo que beneficia los intereses de todos. El
intercambio racional entre los individuos conduce al equilibrio y a la armonía.
La acción de los individuos está coordinada por la “mano invisible” del merca-
do, por la interacción de los individuos que optan por sus propios intereses.
El orden social depende de la negociación continua entre los individuos, del
intercambio siguiendo una supuesta racionalidad. La interacción es un inter-
cambio de recompensas; la interacción individual consiste en sanciones y re-
compensas. Por tanto, lo que hacemos depende de la cantidad y calidad de la
recompensa que podemos obtener. La interacción social supone para los indivi-
duos una racionalidad basada en el cálculo, la medición, el interés y la orienta-
ción de su acción para obtener beneficios o ventajas. En esta visión del
intercambio no entran en consideración teórica las estructuras, las normas o
condiciones vinculantes; sino que son los individuos quienes eligen libremente
su acción basada en la lógica coste-beneficios. La comunidad fraternal no existe
para Homans, en todo caso es posible que los individuos cooperen sobre la base de
sus intereses, pero no de forma altruista y comunitaria. Como señala Alexander
(1990, pág. 136), la frase “rasco tu espalda si tú rascas la mía” resume bien el sen-
tido de la teoría del intercambio.