Editorial UOC 210 Teoría de las relaciones laborales...
requerimientos para controlar la inflación y la necesidad de políticas de estabili-
zación desde la mitad de la década de los setenta y la década de los ochenta. Ade-
más de los factores económicos, también han jugado un papel importante la
necesidad de reducir la multiplicidad de intereses y conflictos que han dificul-
tado la gobernabilidad de las relaciones laborales.
La política de concertación tripartita ha estado tradicionalmente relacionada
con la obtención de objetivos como el pleno empleo, la estabilidad de los pre-
cios, el crecimiento económico y la modernización de la economía. Dicha polí-
tica de concertación aparece en momentos de crisis a lo largo de las décadas de
los sesenta, setenta y ochenta. En la década de los noventa, la concertación apa-
rece vinculada al proceso de convergencia europea, a los objetivos de estabilidad
y a la reforma del mercado laboral y del Estado del Bienestar.
Por medio de la concertación se produce un intercambio político, por un lado,
entre empleo y derechos sociales, y por otro lado, entre estabilidad y legitimidad
del orden económico. Es decir, el neocorporatismo es una estructura que trata de
reducir los conflictos básicos del orden capitalista, al tiempo que trata de sostener
el proceso de acumulación de capital. Como sostiene Josep Picó (1990, pág. 79),
desde una perspectiva crítica, el neocorporatismo es una estructura propia del capi-
talismo avanzado que garantiza la dominación y la reproducción de capital. Sin
embargo, también se trata de una forma de expresión del poder organizado de los
trabajadores en sindicatos y de la extensión de los derechos sociales.
3.3.3. Modelos de neocorporatismo
La distinción de modelos de neocorporatismo ha sido importante en las últi-
mas décadas para explicar las diferentes respuestas a la crisis económica y al des-
empleo, así como la defensa del Estado del Bienestar. En este sentido, se suelen
establecer cuatro modelos de corporatismo. En primer lugar, tenemos los países
de neocorporatismo fuerte (Austria, Suecia, Noruega y Holanda). Este modelo re-
presenta una fuerte tradición de cooperación entre sindicatos, organizaciones
empresariales y Estado; se trata de países con una alta tasa de afiliación sindical
y organizaciones empresariales fuertes y centralizadas. En dichos países, la nego-
ciación colectiva está muy centralizada en el ámbito nacional, circunstancia que