Editorial UOC 206 Teoría de las relaciones laborales...
3.2.5. El carácter dual del sindicalismo
El sindicalismo tiene un carácter dual, contradictorio. Es decir, por un lado,
los sindicatos expresan intereses de clases, ponen de manifiesto continuamente las
contradicciones en el capitalismo y, por otro lado, son instituciones de integración.
Los sindicatos, como organización de la clase trabajadora, contribuyen a aunar la fuerza
de los trabajadores, lo que contribuye a su vez a regular y limitar el poder del capital en
la empresa y fuera de ella. Los sindicatos pueden plantear estrategias para conseguir ob-
jetivos de avance en la mejora de las condiciones de vida y trabajo. Y en tanto que ins-
tituciones de integración, los sindicatos también tienen objetivos que no están reñidos
con los objetivos e intereses de los empresarios. Por este motivo, las relaciones laborales
son relaciones de cooperación y conflicto. Las organizaciones sindicales limitan el con-
flicto en la medida que también necesitan cooperar por la existencia de intereses com-
partidos y, por tanto, reducen el conflicto al ámbito institucional.
Dicho de otra manera, regulación y desorden constituyen un reflejo inevitable de las
relaciones de producción capitalista. Las estructuras de poder dentro del capitalismo
restringen los objetivos que pueden adoptar los sindicatos. Sin embargo los sindicatos
expresan antagonismo por medio de la acción.
3.3. Teorías del neocorporatismo
Esta tercera corriente de análisis está arraigada especialmente en la ciencia po-
lítica, pero también tiene importancia en los estudios de las relaciones laborales.
Teóricamente encontramos su origen sociológico en los trabajos de sociólogos
funcionalistas como Durkheim, pero en las últimas décadas el debate en torno
al neocorporatismo ha sido impulsado por los autores neoweberianos, preocu-
pados por el papel de las organizaciones en el capitalismo actual.
A lo largo del siglo XX, la industrialización ha propiciado el crecimiento de
grandes sindicatos de masas, poderosos grupos de presión y asociaciones empre-
sariales, así como una importante intervención del Estado en las relaciones la-
borales. Las teorías del neocorporatismo tratan de explicar el funcionamiento
del “capitalismo organizado”, es decir, la interacción, el intercambio y la inter-
locución de los actores de las relaciones laborales en el capitalismo avanzado.
Sin embargo, aquí conviene distinguir entre tripartismo y neocorporatismo,
como nos sugiere Hans Slomp (1998).