Editorial UOC 203 Capítulo II. Teoría sociológica...
1) Primera dimensión estructural
El conflicto tiene su origen en la desigualdad de posiciones en la estructura
social, de ahí que el conflicto sea una característica permanente de las relaciones
laborales. Dicha desigualdad está asociada a la propiedad del capital y al poder.
La dimensión estructural significa considerar la importancia de la propiedad
del capital y el poder como característica distintiva de clases y que supone relacio-
nes asimétricas entre capital y trabajo. La propiedad y el poder otorgan legiti-
midad institucional a sus detentadores y constituyen elementos de desigualdad
social, lo que implica que los que no poseen capital ni poder deben vender su
fuerza de trabajo al mercado. La propiedad y el poder determinan los roles de los
actores sociales.
2) Segunda dimensión, el control del trabajo
La segunda dimensión analítica se deriva de la anterior y hace referencia a la
conversión de la fuerza de trabajo que se contrata en trabajo efectivo o rendimien-
to. Como sugiere Harry Braverman (1975) en Trabajo y capital monopolista, dicha
conversión supone el requerimiento de una organización capitalista del trabajo
para maximizar su rendimiento.
En este sentido, la noción de control, como indica E.K. Edwards en El conflic-
to en el trabajo, tiene a su vez dos significados:
a) El control mediante el sistema jurídico-institucional, de los derechos de pro-
piedad y de la legitimidad para detentar el poder. El ordenamiento jurídico y el po-
der coercitivo del Estado garantizan la legitimidad; de ahí que en la legislación
laboral los empresarios detenten la potestad exclusiva en materia de organización
del trabajo. Otro mecanismo de control jurídico es el contrato de trabajo. En el or-
denamiento jurídico el contrato de trabajo se supone como un acuerdo realizado
entre iguales y libres que intercambian fuerza de trabajo por salarios. Así, el trabajo
es una mercancía más que se compra, lo que supone una subordinación para el
que vende la fuerza de trabajo. De este modo, podemos decir que el trabajo se co-
sifica o reifica.
b) El control de la organización del trabajo en la empresa, para convertir la fuer-
za de trabajo en trabajo efectivo. La división del trabajo y la fragmentación de las
tareas (que encontramos en el taylorismo) es expresión de ese interés por el control:
“dividir para reinar”. Pero es precisamente aquí, en el lugar de trabajo y en el pro-