Editorial UOC 169 Capítulo II. Teoría sociológica...
que se define como una combinación de derechos civiles, políticos y sociales; su origen
reside en el reconocimiento de la negociación colectiva como derecho, que a su vez está
vinculado al uso del derecho político por parte del movimiento obrero para organizarse
a fin de alcanzar determinados objetivos económicos, una cierta “desmercantilización”
del trabajo, corregir las desigualdades de clase, la asimetría de poderes existente entre
capital y trabajo y reforzar la cohesión social.
Esta etapa se caracteriza por la progresiva consolidación de los sistemas de re-
laciones laborales, por el establecimiento de procedimientos estables de regula-
ción, por el desarrollo de la legislación laboral y por los derechos de negociación
colectiva. Asimismo, en esta etapa los sistemas de relaciones laborales adquieren
autonomía con respecto al sistema político. La institucionalización del conflicto
supone el establecimiento de procedimientos reglamentados y gradualistas
para su resolución. Ahora la protesta obrera ya no pone en cuestión el orden po-
lítico general; los sindicatos son reconocidos como actores sociales dentro y fuera
de la empresa. Además, en esta etapa el Estado tiene una creciente intervención
económica para regular los mercados y para complementar a la iniciativa pri-
vada. El Estado se convierte en un impulsor de la legislación laboral y de la
regulación de las condiciones de trabajo allí donde las organizaciones sindica-
les y empresariales son débiles, como es el caso, por ejemplo, de Francia. Pero
además, en esta etapa del pacto keynesiano (o del contrato social de posguerra) el
Estado del Bienestar adquiere importancia con la finalidad de corregir las des-
igualdades sociales que genera el mercado laboral. Con este nuevo papel del es-
tado como institución social cohesionadora y redistributiva, el sistema capitalista
en las sociedades desarrolladas obtiene legitimación, lealtad de las masas y preser-
va el orden institucional.
Otra característica de esta etapa es la racionalización de las estructuras de re-
presentación sindical y empresarial. Los sindicatos europeos crecen en afiliación
sindical, se fusionan ramas de actividad y federaciones y se convierten en gran-
des y poderosas organizaciones de masas, como es singularmente la experiencia
de los sindicatos nórdicos y alemanes. Igualmente, las organizaciones empresa-
riales se fortalecen y concentra su poder como un acto reactivo ante el crecimien-
to de los sindicatos. En algunos países, como en Francia, es el propio Estado el
que estimula la concentración de la representación empresarial para fortalecer su
papel como interlocutor y alcanzar mayor estabilidad y gobernabilidad de las re-
laciones laborales.