Editorial UOC 160 Teoría de las relaciones laborales...
ineluctable. Y desvalorizado, en segundo lugar, porque para una parte de la tra-
dición marxista conviene que el verdadero poder revolucionario y subversivo
del proletariado está fuera de las organizaciones sindicales de la época. Éstas tie-
nen una orientación fundamentalmente economicista y no tienen una con-
ciencia política, son organizaciones de la “aristocracia obrera”: de trabajadores
cualificados de oficio y, por tanto, en muchos casos se trata de sindicatos cuya
afiliación es restringida. V.I. Lenin, en particular, señala en ¿Qué hacer? (1902),
que los sindicatos deben estar subordinados al partido, como vanguardia del
proletariado. Es decir, en esta determinada tradición marxista el sindicato es
una mera correa de transmisión del partido para conectar y movilizar a las ma-
sas. Esta concepción contradictoria y desvalorizada nos ayuda a entender por
qué la teoría marxista específica sobre las relaciones laborales se desarrolla tar-
díamente (consultad Richard Hyman, 1978).
Por otra parte, en esta primera etapa la sociología trataba de ofrecer una alter-
nativa analítica distinta de la que ofrecía entonces la economía clásica, que con-
templaba el trabajo como un factor más de producción y, por tanto, tenía un
tratamiento “técnico”, sin considerar su vertiente humana ni de relaciones socia-
les, y consideraba el mercado de trabajo como otro mercado cualquiera donde se
interrelacionaban precios (salarios) y cantidades (empleo) y que tendía a un equi-
librio general, sin considerar el papel de los agentes ni de las instituciones sociales.
La obra de Emile Durkheim, La división del trabajo social, publicada en 1893,
se enmarca singularmente en este contexto. Dicho autor entiende que las cor-
poraciones u organizaciones profesionales constituyen una forma de defensa de
la sociedad ante el efecto corrosivo del mercado sobre las instituciones tradicio-
nales de solidaridad, sobre los lazos y vínculos sociales. Entre el último tercio
del siglo XX y hasta finales de los años veinte se gesta una reacción social frente
al principio del mercado como institución autorregulada. El desarrollo del capi-
talismo y la industrialización han supuesto un importante proceso de movilidad
geográfica de la población, el desarraigo de las personas respecto a la comunidad
local y la ruptura de las redes sociales que en las sociedades tradicionales propor-
cionaban la cohesión social.
Códigos del trabajo artesanal
El trabajo de oficios artesanales se distinguía por la existencia de un código moral en el
desempeño de las tareas.