Editorial UOC 15 Presentación
El bosque y los árboles
Supuesto el carácter multifacético del trabajo y de las relaciones laborales, y
procurando evitar, en la medida de lo posible, que la observación pormenoriza-
da de la gran cantidad de árboles impida ver el panorama del bosque, obviare-
mos el análisis específico de aquellas dimensiones más visibles y, en cierto modo,
consabidas del mundo laboral (como, por ejemplo, la económica y la tecnológica)
y estructuraremos nuestra perspectiva en torno a tres vertientes principales: la
antropológico-psicosocial, la sociológica y la jurídica.
En primer lugar, analizaremos el trabajo como categoría antropólogico-cul-
tural y la actividad laboral en tanto que fuente de experiencia psicosocial. Ex-
ploraremos, pues, una dimensión que trasciende el ámbito de lo meramente
politicoeconómico y que, sin embargo, se hace sentir con una fuerza creciente
en la propia dinámica contemporánea de las relaciones laborales.
Asumimos, entonces, que una persona se convierte efectivamente en traba-
jadora cuando firma un contrato laboral, entra en una empresa, ocupa un pues-
to de trabajo, viste el uniforme correspondiente, toma una herramienta y se
pone manos a la obra. No obstante, no damos menos por supuesto que esto sólo
acontece y cobra sentido en el marco de una socialización laboral previa, en la
que aquélla se ha hecho una cierta idea de lo que significa e implica trabajar en
abstracto, de lo que representa para ella (y para la gente “normal”) el hecho de
lograr o perder, conservar o mejorar un empleo, de lo que ella misma vale, sabe,
quiere y puede hacer en el plano laboral, y, por último, de lo que le importa, com-
porta y aporta el empleo en los órdenes económico, social, jurídico, político, cul-
tural o psicológico.
Una vez perfilado este escenario implícito de la experiencia laboral, que pro-
porciona elementos y criterios de inteligibilidad del funcionamiento del mundo
del trabajo, procederemos al estudio de la dinámica social de las relaciones la-
borales propiamente dichas y de los paradigmas sociológicos que la fundamentan
y la hacen comprensible, así como de los desarrollos progresivos en la ordena-
ción jurídica de esas mismas relaciones. Y todo ello contextualizado en el marco
de la modernidad industrial y centrado, básicamente, en los procesos que han
tenido lugar a lo largo de los siglos XIX y XX.