Editorial UOC 131 Capítulo I. Trabajar en la modernidad...
2) El estrés laboral como respuesta individual
En el extremo contrario, aparece otra perspectiva teórica, con su correspon-
diente base ideológica implícita, que tiende a focalizar la causalidad individual
de problemas como el estrés profesional (o de cualquier otro tipo, como los an-
teriormente citados). Según este punto de vista, el entorno físico o social puede
desbordar objetivamente a personas con recursos limitados para responder ade-
cuadamente a las exigencias que el mismo les impone. En este sentido, el estrés
consiste en el impacto personal de este desbordamiento. La investigación empírica
pone de manifiesto una gran variabilidad interindividual en cuanto a las respues-
tas de afrontamiento a las situaciones estresantes: las personas con escasos recursos
sociales tienden más bien a adoptar estrategias de evitación; mientras que las que
disponen de mayores recursos suelen inclinarse hacia el afrontamiento activo.
Al realce del protagonismo de la persona individual en el estrés, como agente
y como paciente, como culpable y como víctima, se viene apuntando, a lo largo
de los últimos lustros la parte patronal y gerencial de las organizaciones labora-
les, desde donde se tiende a enfatizar el diagnóstico y el tratamiento individuali-
zado del estrés laboral. Desde esta óptica, se insiste efectivamente en destacar
como causas fundamentales del estrés laboral factores individuales como los ras-
gos de personalidad, el estilo de vida y los problemas individuales de articulación
familia-empleo. Este planteamiento resulta –como era esperable– congruente con
el ya mencionado punto de vista neoliberal, que reduce los llamados problemas
sociales a simples sumas de problemas individuales, ante los que el sistema –léase
el mercado y sus satélites– no puede ni debe hacer más que lavarse las manos. Este
enfoque no considera otra propuesta razonable de intervención que la de buscar
soluciones individuales a tales supuestos problemas individuales.
Este enfoque, al tiempo que deja el entorno libre de causalidad (responsabili-
dad, culpabilidad) del estrés laboral, descubre en los rasgos, trastornos, deficien-
cias, valoraciones o estrategias individuales la fuente de todos los males que
conlleva el estrés profesional. De acuerdo con este planteamiento, la madre de to-
das las soluciones a esta problemática no puede ser otra que la de cambiar la mis-
ma persona estresada, capacitándola para enfrentarse adaptativamente a los
imperativos de su entorno laboral. Para ello, acaso habrá que modificar su modo
de ver y de vivir las discrepancias entre demandas ambientales y recursos dispo-
nibles, su concepción personal del mundo sociolaboral, su estilo de vida, la orga-