Editorial UOC 127 Capítulo I. Trabajar en la modernidad...
Síndrome General de Adaptación (SGA) ni de aplicarse la escala de aconteci-
mientos vitales estresores elaborada por Holmes y Rae.
Asumiendo esta visión en parte integradora y en parte ecléctica, podemos
considerar, pues, que la naturaleza del estrés no se reduce a una simple carac-
terística objetiva de la situación estresante ni a una mera reacción subjetiva de la
persona estresada que se enfrenta a ella. Es un proceso complejo, en el que resulta
destacable la interacción ambiente-persona. Veamos cómo se desarrolla esta di-
námica: un cambio en una situación ambiental (inducido por una circunstancia
puntual o por una serie de episodios) genera, en la persona que lo vive, una reac-
ción natural y transitoria de sobreactivación adaptativa. Como cualquier organis-
mo, pone en marcha sus dispositivos fisiológicos de alerta (aumento de la tensión
muscular y del ritmo cardíaco, aceleración de la respiración, etc.) que le facilitan
afrontar, de modo saludable y funcional, situaciones puntuales que pueden repre-
sentar para ella una amenaza, un desafío, un peligro de desbordamiento o, sim-
plemente, una modificación significativa de las características de su entorno. En
este sentido, se habla de eustrés, o ‘estrés positivo’, que acompaña a ejecuciones
de calidad y que comporta conciencia de eficacia y sentimientos de bienestar.
Sin embargo, una situación de alerta máxima que se alargue indefinidamente,
que se produzca con notable frecuencia o intensidad, o que tenga lugar por la ocu-
rrencia simultánea de varias circunstancias estresoras, puede derivar en el Síndro-
me General de Adaptación (SGA): un conjunto de reacciones globales inespecíficas
de un organismo afectado por una experiencia continuada de estrés. El proceso se
inicia en la fase de “alarma” y puede proseguir en la de “resistencia” (enfrenta-
miento activo al agente estresor) y derivar en la de “agotamiento”. Lo que se inicia
como una respuesta natural de estrés va aparejado, en esta fase, a un aumento sig-
nificativo de la vulnerabilidad a potenciales trastornos físicos y psicológicos. Es lo
que se concibe como distrés que suele estar en la base de ejecuciones de baja calidad
y conllevar conciencia de ineficacia y sentimientos de malestar.
En la vida social en general y en el mundo laboral en particular, destacan dos
escenarios principales de estrés psicosocial:
Transiciones vitales, o procesos de transformación de la relación de la persona
con su entorno, como, por ejemplo, los que conducen de la escuela al trabajo,
del empleo al desempleo o a la jubilación, o bien los cambios de empresa, de
puesto de trabajo o de profesión.