Editorial UOC 114 Teoría de las relaciones laborales...
turales –típico de personas en situación de exclusión social–, Merton sostiene que
la persona retraída habría asimilado, en su proceso de socialización, tanto las me-
tas culturales como los medios sociales, habiéndose comprometido moralmente
con ambos. Ante la inaccesibilidad de los fines a través de los recursos disponi-
bles, la persona trata de resolver su conflicto renunciando a las metas y abando-
nando los medios.
La persona empleada y satisfecha por estarlo encarna la normalidad so-
ciocultural; esto es, el éxito de un proceso de socialización y la eficacia de un
sistema que proporciona los medios adecuados para el logro de los fines es-
tablecidos.
Del mismo modo, la persona desempleada retraída encarna una paradoja: el
éxito de la socialización individual y el fracaso de la estructura sociocultural, que
le niega (no le proporciona) los recursos sociales que le permitirían culminar sus
metas culturales. Desde esta perspectiva, puede comprenderse la experiencia rei-
teradamente contada por personas desempleadas referente a su impresión de va-
cío existencial, y de carencia de sentido de la vida y de legitimidad social.
El modelo mertoniano sitúa la fuente del problema psicosocial del desempleo
no en la persona, sino en la misma estructura del entorno sociocultural.
Combinando este modelo con el de la construcción social de la realidad, po-
demos hacernos la siguiente consideración:
Puesto que no consta que, en las sociedades precapitalistas, las personas sin
empleo (trabajo remunerado) hayan dado especiales muestras de melancolía,
depresión o retraimiento por no poder trabajar, cabe pensar que estas reacciones
sólo resultan comprensibles atendiendo a la especial característica de un sistema
sociocultural que ha establecido el trabajo-empleo como centro y norma de la vida
personal, social y cultural.
5.2.2. Deprivación de la experiencia laboral
Marie Jahoda (1982), inspirándose en la psicología de Freud y en la sociología
de Merton, afirma que el empleo constituye el núcleo del principio de realidad de
la civilización industrial. Como categoría central de la experiencia psicológica
y social humana, cumple una serie de funciones: a nivel manifiesto, proporcio-