Editorial UOC 78 Teoría de las relaciones laborales...
hacen el mismo trabajo que el personal estable pero no tienen ni la misma condición,
ni los mismos derechos sociales, ni la misma remuneración. Están a disposición del
empleador que [...] les asegura un mínimo de horas a menudo irrisorio en la escala
del mes o del año, sin fijar de antemano la fecha y el horario de las prestaciones exi-
gidas: serán advertidos la víspera o el mismo día.”
A. Gorz (1997). Miserias del presente, riqueza de lo posible (pág. 59). Buenos Aires: Pai-
dos. 1998.
En abierto contraste con esta visión, Tom Peters (1997) nos anuncia, ilumi-
nado, la buena nueva de que “en todo el mundo está amaneciendo un nuevo
orden (empresarial) mundial”, basado en la nueva concepción (neoliberal-reige-
nieril) de las empresas, según la cual éstas deben dedicarse a la persecución de
su meta fundamental: ganar dinero, teniendo las manos libres de la atadura a
cualquier compromiso histórico obsoleto, como aquél que las comprometió mo-
ralmente en la función compasiva de generar puestos de trabajo.
El nuevo ideal empresarial es la “gran empresa […] sin personal”; lo que sig-
nifica el fin de la “empresa que hemos conocido durante los últimos 250 años”.
Según el autor, la función de la nueva empresa es organizar, no emplear. El pro-
totipo de nueva empresa lo describe en los siguientes términos:
“El genio de la producción-organización Iñaki López (el ejecutivo que se fue de GM
a VW […] y luego dejó VW) creó una factoría automovilística totalmente nueva. La
fábrica VW en Brasil, realmente no es ‘nada más que’ un ‘hotel’ para proveedores de
subsistemas. Es decir, varios proveedores de subsistemas explotan amplias secciones
de la fábrica. VW ‘sencillamente’ coordina al grupo […] y produce automóviles.
Compare VW/Brasil con la antigua Ford y verá cómo ha cambiado el mundo. No hace
demasiadas décadas, Ford era propietaria de los pastos […] en los que pastaban las
ovejas […] de las que provenía la lana […] que se destinaba a las tapicerías de los
asientos de sus coches. La teoría era esta: para ser un buen fabricante de automóviles
[…] ¡tienes que ser un buen pastor!”.
T. Peters (1997). El círculo de la innovación. Amplíe su camino al éxito (pág. 41). Bilbao:
Deusto (1998).
Una tercera perspectiva, ni apocalíptica (Gorz) ni apologética (Peters) , asu-
me la lógica flexibilizadora desde la convicción de que es políticamente mane-
jable hacia objetivos socialmente irrenunciables como el de la creación de
empleo. Ésta es, por ejemplo, la que adopta la Comisión Europea (CE, 1994),