Editorial UOC 57 Capítulo I. Trabajar en la sociedad...
La comunicación entre la gente también se globaliza a partir de Internet [...].
El deporte, una dimensión esencial de nuestro imaginario colectivo, vive de su re-
lación local-global [...].
También las instituciones políticas se han globalizado a su manera, construyendo
un Estado red en el que los Estados nacionales se encuentran con instituciones su-
pranacionales como la Unión Europea o clubes de decisión como el G-8 o institu-
ciones de gestión como el FMI para tomar decisiones de forma conjunta [...]”.
Manuel Castells. “Globalización y antiglobalización”. El País (24 de julio de 2001).
5) La imagen del proceso: multidimensional, sesgada y asimétrica
El proceso de globalización tiene múltiples dimensiones (económica, políti-
ca, tecnológica, sociocultural, comunicacional, informacional, etc.), que siguen
un ritmo asincrónico, lo que da lugar a una construcción asimétrica del proceso
globalizador. La faceta que lleva la delantera es la económica. A este respecto, el
mundo que se está globalizando bajo la batuta del neoliberalismo tiende a pa-
recerse más a un hipermercado que a una supracomunidad construida sobre un
espacio-tiempo común de aplicación de los derechos humanos y laborales.
Dentro de este marco económico, resultan también perfectamente visibles
los desfases y desequilibrios entre sus distintas vertientes. En este ámbito, la
globalización aparece como un proceso por el que circulan por un mundo
abierto, cada vez con mayor agilidad, toda suerte de capitales, mercancías, ser-
vicios, tecnologías, informaciones y personas. Sin embargo, no todos estos ele-
mentos tienen las mismas facilidades para circular, ni para hacerlo en todas las
direcciones: por ejemplo, existen más muros, barreras, fronteras, policías y le-
yes para regular los flujos de personas que los de capital; más para unas catego-
rías de personas que para otras; más para unos tipos de mercancías, servicios,
informaciones o tecnologías que para otros; todo ello dependiendo en cada
caso de la posición ocupada en el proceso globalizador.
El centro tiende a facilitar, bajo la bandera del libre comercio, la circulación
de capitales, mercancías e incluso de personas, siempre desde dentro hacia fue-
ra (del centro globalizador a la periferia globalizada) y a restringir y regular,
bajo el estandarte del proteccionismo (de los mercados internos) la circulación
de mercancías y personas en sentido contrario (de la periferia al centro). En un
mundo globalizado, las categorías geográficas son, más que nunca, categorías
sociales.