Editorial UOC 273 Capítulo II. Actores y modelos...
compromisos. Estos grupos de presión, calificados como hegemónicos porque
intentan perpetuar su posición dominante, tienen la virtud de tratar de prever
el futuro y adaptarse al cambio. Sin embargo, cabe matizar que esta distinción
teórica obedece a tipos ideales. En la práctica, los grupos de presión11 tienen ele-
mentos de uno y otro tipo.
8.5. Problemas en la representación colectiva
de los grupos empresariales
Las asociaciones empresariales han tenido históricamente dificultades de re-
presentación colectiva como emprendedores y productores. Se trata de dificulta-
des que vienen marcadas por las grandes diferencias en el tamaño de la empresa,
sectoriales y estructurales. Los empresarios constituyen un colectivo extraordina-
riamente amplio y complejo, donde se encuentran microempresas de carácter fa-
miliar, empresas de autónomos y cooperativas (muy próximas al mundo de los
propios trabajadores), así como empresas medianas y grandes.
Las asociaciones empresariales europeas presentan una serie de divisiones
internas en función de los sectores de actividad, el tamaño de empresa, la pro-
piedad del capital y las corrientes ideológicas. En este sentido, podemos apun-
tar que:
a) Una primera división frecuente tiene lugar entre la industria y los servicios comer-
ciales. En los países donde existe esta división, las asociaciones industriales son
muy fuertes y tienen numerosas empresas afiliadas. Por el contrario, los intereses
de las empresas de servicios son menos poderosos, aunque influyen también en
los consejos económicos y sociales, de carácter tripartito. Sin embargo, en algunos
11. La acción de los grupos de presión consiste en acercarse a las autoridades públicas y a los
gobiernos, en busca de apoyos a sus intereses o al desarrollo de un determinado programa econó-
mico. Otras veces, la fórmula de representación de los grupos de presión empresarial pasa por cam-
pañas publicitarias, denominadas de teléfono, o el sostén financiero de individuos y grupos
dispuestos a actuar en nombre de sus afiliados. Mediante estas actuaciones, los empresarios tratan
de intervenir en la vida económica y política para influir en cuestiones cruciales, como pueden ser
los planes de inversión pública, entre otras cuestiones. También las organizaciones empresariales
intervienen en la esfera social mediante la creación de fundaciones y patronatos, donde pueden
ejercer un mecenazgo en el campo de la cultura con el fin de captar las simpatías de los ciudadanos
y encontrar el apoyo de los órganos de poder.