Editorial UOC 259 Capítulo II. Actores y modelos...
menos en lo que respecta a demandas generales (lo cual no significa que no ten-
gan problemas de unión). Estos intereses tienen un locus muy concreto: la em-
presa, lo cual ayuda a aunarlos. La consulta de la organización con sus bases es
mucho más rápida, selectiva y directa.
b) Lógica dialógica. Por el contrario, los sindicatos operan con una perspectiva
dialógica, y reivindican intereses materiales (salarios, condiciones de trabajo, etc.)
y morales (solidaridad de clase, apoyo mutuo, etc.). Los sindicatos tienen que me-
diar con bases sociales muchos más complejas, compuestas por individuos y
grupos de trabajadores. Tienen dificultades para armonizar diferentes intereses,
dispersos y heterogéneos, que no sólo son de carácter económico, sino también
político e ideológico. El locus es la empresa, pero el problema consiste en conec-
tar con la pequeña empresa. Comunicarse con sus bases es mucho más complejo
y lento. Necesita crear consenso en torno a la acción mediante asambleas en em-
presas, órganos de participación como los comités de empresa y las SSE.
Las organizaciones empresariales son grupos de intereses privados que tie-
nen una singular importancia en la economía, la política y la sociedad. La lógica
de la acción colectiva de estos grupos de intereses es diferente a la de los sindi-
catos. Los sindicatos son organizaciones de solidaridad, que se basan en asocia-
ciones condicionadas por las prácticas culturales y la asimetría en el mercado. En
cambio, las organizaciones empresariales representan a otras organizaciones pre-
vias, que son las empresas. Las empresas son organizaciones independientes por
derecho propio, y muchas compiten directamente entre sí en el mercado de pro-
ductos. De ahí que las organizaciones empresariales tengan dificultades de es-
tructuración y organización. En cambio, los sindicatos tienen dificultades para
aunar la acción, debido a otras cuestiones, vinculadas a la cultura, la segmenta-
ción del mercado de trabajo y otros factores.
Sin embargo, esta tesis de Offe y Wiesenthal (que en síntesis sugiere que el
control que ejercen los empresarios sobre los medios de producción no reduce
sus problemas asociativos) ha sido contestada por Streeck y van Waarden (1991)
con dos argumentos contrarios: la idea del minimalismo asociativo y la idea del
conflicto entre unidad y división.
1) Minimalismo asociativo
Una acción colectiva empresarial, que suponga una excesiva disciplina y uni-
dad de posiciones, representa una posible amenaza para la propia discrecionalidad