Editorial UOC 256 Teoría de las relaciones laborales...
empresa, el control de la fuerza de trabajo y la reproducción de las relaciones de
producción capitalista (Coriat, 1981). Más allá de estas dos tesis, que mantienen po-
siciones polarizadas, es lógico pensar que el comportamiento empresarial puede ex-
plicarse por la interrelación de motivaciones económicas y políticas, según las
fases históricas y el conflicto entre capital y trabajo.
La explicación de que los empresarios actúan sólo según criterios de eficien-
cia es insatisfactoria, como también la que fundamenta la idea de que la gestión
empresarial es sólo una respuesta a las reivindicaciones de los trabajadores y sin-
dicatos. En otras palabras, la estrategia como emprendedor está relacionada con
la estrategia como empleador. Esto se pone de relieve en las políticas de gestión
de recursos humanos destinadas a mejorar la competitividad y la calidad de los
productos, lo cual necesita el concurso de la fuerza de trabajo mediante la parti-
cipación, motivación, e implicación en el mismo, así como la mejora de las cua-
lificaciones profesionales.
Esta vinculación entre las dos estrategias empresariales (como emprendedor y
empleador) ha marcado los estudios comparados desde la década de los ochenta.
La reestructuración industrial, la globalización y el mercado único europeo han
comportado un aumento de la competitividad en los mercados internacionales,
lo cual, a su vez, ha supuesto para las empresas la adopción de estrategias de me-
jora de la calidad del producto y la innovación del mismo, y la introducción de
nuevas tecnologías y nuevas formas de organización del trabajo, que requieren el
concurso y la implicación de los propios trabajadores para mejorar el rendimiento
de los nuevos equipos y prestar flexibilidad. En este sentido, las estrategias empre-
sariales individuales han supuesto una serie de cambios, como:
1) Una extensa descentralización de la producción hacia pequeñas empresas
y subcontratas, para reducir costes laborales y obtener flexibilidad en la fuerza
de trabajo.
2) La fragmentación de la fuerza de trabajo interna y la consiguiente divi-
sión en la gestión de la fuerza de trabajo, con la integración de una parte de la
misma dentro de los criterios de la organización del trabajo. Es decir, la gestión
en términos proorganizativos del segmento profesional cualificado. Por el con-
trario, otros segmentos no cualificados de la fuerza de trabajo tienden a ser ges-
tionados en los términos tradicionales y colectivos mediante la interlocución
con los sindicatos.