Editorial UOC 250 Teoría de las relaciones laborales...
De hecho, en Francia, por ejemplo, la Union des Industries Métallurguiques
et Minières se oponía a la idea de crear una confederación empresarial para opo-
nerse a los sindicatos. El conflicto laboral está todavía arraigado estrechamente
al ámbito de la empresa, y no hay voluntad de representación en ámbitos supe-
riores para evitar compromisos con mayores exigencias sociales. La defensa de
los empresarios ante las acciones de los sindicatos consiste en el cierre de la em-
presa (look-out), en establecer un fondo de huelga y en elaborar listas negras para
no dar trabajo a los sindicalistas. No obstante, más tarde, durante las primeras
décadas del siglo XX se introduce de forma embrionaria la negociación en algu-
nos países. Después de la primera guerra mundial, la creación de la Oficina In-
ternacional del Trabajo contribuirá a la extensión de la negociación colectiva.
A pesar de todo, a finales del siglo XIX las asociaciones empresariales todavía jue-
gan un reducido papel en la vida social.
8.1.1. Cambios en la mentalidad empresarial
Dos elementos influirán en el cambio de la mentalidad asociativa del empre-
sariado: el cambio ideológico y las nuevas funciones de la emergente figura del
gerente. En primer lugar, intervienen dos elementos ideológicos bien distintos.
Por un lado, influye el pensamiento católico, impulsado por la encíclica Rerum
Novarum de León XIII, con el concepto de la función social de la propiedad, que
los católicos de algunos países industrializados, los nuevos empresarios y las
asociaciones juveniles conciben de forma más amplia: el empresario gestiona
un bien social, aunque sea de su propiedad. Por otro lado, influye en el cambio
de mentalidad el impacto del marxismo. Éste, con su concepción social del tra-
bajo y de la empresa, supone para los empresarios un reto en lo que respecta a
ampliar su perspectiva más allá de sus intereses inmediatos y específicos. Las
empresas no pueden sustraerse a los graves problemas sociales, como el desem-
pleo, la pobreza y las consecuencias de la industrialización.
En segundo lugar, otro hecho singular que interviene en el cambio de con-
cepción empresarial es el desarrollo de la organización de las empresas en forma
de sociedad anónima. La concentración industrial (y las grandes empresas que
actúan en mercados cada vez más competitivos) impulsa el auge de las asocia-