Editorial UOC 230 Teoría de las relaciones laborales...
nor representatividad, como son el DAG para los empleados y el DBB para los fun-
cionarios públicos. Es decir, los funcionarios y los empleados de servicios tienen
sindicatos diferenciados, como también ocurre en los países escandinavos.
La representatividad es un concepto iuslaboralista que supone que los repre-
sentantes sindicales no son de los trabajadores, sino de las organizaciones que
los designan y que mantienen así el control de decisión en la empresa. Por con-
siguiente, los delegados del comité de empresa o delegados de personal pertene-
cen a la disciplina del sindicato. En cierto modo son “exteriores”, lo que implica
que el sindicato ejerce una forma de control externo de las condiciones de tra-
bajo y una forma de regulación institucional del mercado de trabajo. En otras
palabras, prima el concepto de organización y del poder social del sindicato
como institución reguladora, más que el criterio de representatividad según la
audiencia electoral.
Asimismo, el poder de los sindicatos se encuentra en las ramas profesionales
y en las federaciones, y no en la confederación ni en las uniones territoriales.
Ésta es una diferencia de matices, que a veces resulta importante, respecto a los
sindicatos latinos. En el área germánica y escandinava, las federaciones confie-
ren a la acción sindical una orientación más relacionada con los intereses econó-
micos y profesionales, mientras que en el área latina el poder de los sindicatos
descansa sobre la base del territorio y de las uniones, lo cual posibilita una co-
nexión más estrecha con la política local y territorial.
1) La afiliación sindical en los países escandinavos
La afiliación sindical ha sido estable o incluso creciente desde los años cin-
cuenta hasta mediados de los setenta. A partir de los años ochenta ha tendido a
crecer, a pesar de la reestructuración industrial, que por ejemplo ha afectado se-
riamente a la economía finlandesa durante la década de los ochenta y noventa.
Es decir, el aumento de la afiliación del sindicalismo escandinavo marca un con-
trapunto con lo que ocurre en otros países. Hay varias explicaciones sobre este he-
cho en el caso sueco. La primera explicación es el importante volumen de empleo
público, asociado también a un Estado del Bienestar fuerte, y abundante en sec-
tores como educación y sanidad. La segunda razón estriba en la afiliación de las
clases medias profesionales, cuya actividad también se desarrolla en el área públi-
ca. La tercera explicación es la existencia de unidad de acción en la negociación
colectiva, mediante la formación de cárteles (en el sector manual privado LO, y