Editorial UOC 206 Teoría de las relaciones laborales...
o la aceptación de los intereses inmediatos de los individuos, de las normas y de
las decisiones colectivas. Para mantener el “poder” de los sindicatos “sobre” sus
afiliados se requiere de una organización formal que proporcione una coordina-
ción continuada y que genere una identidad común, así como símbolos y valo-
res de identificación también comunes. Al mismo tiempo, la organización
requiere procedimientos formales y legitimados para tomar decisiones que sean
aceptadas. Es decir, la democracia interna de los sindicatos requiere que éstos se
doten de estatutos, resoluciones de orientación y programas de acción. Asimis-
mo, requiere de rituales colectivos (por ejemplo, congresos) que permitan inves-
tir de autoridad moral y legitimidad a los órganos de dirección del sindicato.
2) El poder para se define en relación con los objetivos del sindicato. Para
alcanzar los objetivos se requiere movilizar, lo que lógicamente supone dispo-
ner de poder sobre sus bases de representación. A pesar de todo, los sindicatos
son organizaciones autónomas respecto a sus propias bases. Es decir, se trata
de organizaciones que trascienden a sus meros afiliados. Más explícitamente:
los sindicatos son instituciones de mediación y regulación entre el mercado
de trabajo y la esfera política, lo cual convierte a los sindicatos en mecanis-
mos de control social. En cierto modo, los sindicatos son instituciones que
contribuyen a la construcción del orden social. Son instituciones de integración
al tiempo que son actores del cambio; es decir, tienen inevitablemente un ca-
rácter dual.
3. Tipos de sindicalismo
¿Por qué hay distintos tipos de sindicatos? ¿Por qué hay distintos estilos de
acción sindical? Hay dos respuestas complementarias a estos interrogantes. La
primera explicación consiste en señalar que la diversidad se debe al peso de las
estructuras que condicionan los modos de organización y limitan la acción sin-
dical. Por estructura se entiende el tipo de economía, la división del trabajo y el
tipo y tamaño de empresas como factores que influyen en la concentración de
la fuerza de trabajo, y por ende en la capacidad de asociación y comunicación
de los trabajadores. Otro elemento estructural es el marco jurídico, que ofrece