Editorial UOC 202 Teoría de las relaciones laborales...
modelos en discusión plantean distintos caminos y opciones estratégicas para
los actores de las relaciones laborales.
Las transformaciones del trabajo y de las relaciones laborales, registradas en
las dos últimas décadas del siglo XX, han venido cuestionando la teoría clásica
de las relaciones laborales. Si por sistema de relaciones laborales entendemos las
premisas, los valores, las leyes, las instituciones y las prácticas que regulan las
relaciones de empleo, como señala Dunlop (1978), hoy deberíamos tener en
cuenta el entorno circundante para examinar las transformaciones de las fuer-
zas económicas, de la tecnología, de los valores en los supuestos del consenso,
el papel de las ideologías de las fuerzas políticas, los cambios en las leyes y otros
elementos que determinan el poder de los actores en la sociedad.
Las transformaciones de los sistemas de relaciones laborales, que han afecta-
do al modelo teórico clásico, podemos resumirlas escuetamente en tres grandes
puntos:
1) La transformación de los actores de las relaciones laborales, especialmen-
te de los sindicatos, pero también de las organizaciones empresariales. Esta crisis
de los actores tiene múltiples causas, pero sin duda, una importante es la propia
transformación de la tecnología y la organización del trabajo, además de la
transformación en las formas de intervención del Estado.
2) La crisis de los sistemas de relaciones industriales, asociada al proceso de
globalización de las economías, que ha desbordado el papel de las instituciones
reguladoras en el espacio del estado-nación. Sin embargo, al mismo tiempo, la
globalización ha acarreado un cierto proceso de convergencia entre los sistemas
de relaciones laborales, y una discusión sobre los distintos modelos por contras-
te entre unos y otros.
3) Las transformaciones del trabajo que han ocupado un lugar importante
en las dos últimas décadas. Estas transformaciones tienen lugar en dos niveles.
En el nivel micro, de empresa, las nuevas formas de organización del trabajo
han propiciado nuevas formas de gestión de los recursos humanos y la irrupción
de nuevos colectivos como interlocutores sujetos de negociación. En el nivel
macro, las transformaciones en la norma social del empleo cuestionan los dere-
chos de ciudadanía social, alcanzados antes por medio del modelo de empleo
keynesianofordista.