Editorial UOC 197 Capítulo I. Trabajar en la sociedad informacional
suntas ventajas psicológicas y sociales del infocapitalismo flexible y global, que
no sean las derivables del pacto implícito (sugerido por Bauman) entre el capital
y el consumo (que no entre aquél y el trabajo).
El nuevo entorno hiperindividualista, competitivo y estresor, no suele dar
motivos para la alegría espontánea de vivir en la cuerda floja del riesgo crónico
(en “funambulismo” permanente, según la expresión de Beck), ni para el goce
de la libertad de buscarse la vida un día tras otro en la selva laboral globalizada.
La experiencia psicológica y las relaciones sociales que posibilita y facilita este
mercado de trabajo posmoderno es un campo aún por explorar a fondo, que pa-
rece invitar, de entrada, a cualquier cosa menos a tirar cohetes de entusiasmo.
“Cuantas más relaciones laborales se desregularizan y flexibilizan, tanto más rá-
pidamente se transforma la sociedad laboral en una sociedad de riesgo”, sostiene
Beck (1999, pág. 11).
Sin embargo, la historia (en sus diversas vertientes ecológica, social, política,
laboral, psicológica, etc.) nunca ha constituido un proceso lineal de mera con-
tinuidad de tendencias presentes, ni de simple realización práctica de proyectos
pasados. Es, para bien y para mal, una fascinante caja de sorpresas en forma de
cambios tan inesperados como imprevistos e imprevenidos, algunos de los cuales
pueden incluso resultar de lo que el mismo Beck apunta en términos de “efectos
no deseados de los efectos no deseados” de procesos actuales.
Las ideologías, las utopías y los proyectos humanos se construyen no sola-
mente a partir de la consideración de “lo que hay”, sino también de lo que pue-
de ocurrir y se desea que acontezca. La tesis emergente de que “otro mundo” y
de que “otro modo” de pensar y de hacer la historia, la política y la vida son po-
sibles invita a movilizarse activa, teórica y prácticamente de cara a hacer viables
los futuribles preferidos.