Editorial UOC 194 Teoría de las relaciones laborales...
El pleno empleo, ¿sigue siendo una utopía razonable?
El empleo estable, ¿constituye un modelo defendible?
La calidad del empleo, ¿es un logro renunciable?
Y mientras se discute sobre todo ello, no dejan de surgir nuevos interrogantes:
¿Cómo lograr una óptima apropiación social del progreso minimizando, al
tiempo, los eventuales efectos socialmente perversos de la innovación tecno-
lógica, de la globalización económica y de la flexibilización organizacional?
¿Cómo prevenir la polarización y la precarización sociolaborales, en las esca-
las local y global?
¿Cómo invertir la dirección del progreso económico, para evitar el riesgo de
colapso de un ecosistema social saturado de desempleo y de subempleo?
¿Cómo combinar la flexilibertad, que interesa al capital, con la flexiseguri-
dad, que importa al trabajo?
¿Cómo articular contratos laborales individualizados con un pacto social
planetario?
Y, finalmente, además de afrontar las cuestiones urgentes que plantea la insu-
ficiencia del empleo disponible (problema de cantidad, conectado al desempleo)
y la deficiencia de la calidad del mismo (problemas relacionados con las múltiples
formas de malestar por las condiciones laborales, que se extienden desde el supe-
rempleo hasta el desempleo), tal vez pueda afrontarse un metaproblema:
¿Qué y cuánto sentido, valor, funcionalidad, esfuerzo y tiempo deben asig-
narse al trabajo asalariado, en un mundo de relativa abundancia mal distribui-
da, donde el crecimiento de la producción y de la productividad garantizan
recursos económicos suficientes para la subsistencia material del conjunto de la
humanidad?