Editorial UOC 165 Capítulo I. Trabajar en la sociedad...
3.3.2. Malestar, insatisfacción e infelicidad en un marco
de mercado y de consumo
El informe citado del New York Times (1996) se hace eco del malestar psico-
lógico y social asociado a las políticas empresariales de adelgazamiento de la
plantilla, que da lugar a la evidencia compartida de que cualquier persona tra-
bajadora normal y corriente puede no sólo tener que cambiar de empleo, sino
también perder su estatus de persona empleada y engrosar la categoría de las ex-
cluidas sociolaboralmente.
En un artículo sobre “Por qué no son felices los estadounidenses”, Putnam y
Williamson (2000) hablan de un descontento latente en la opinión pública
USA, a pesar de la (por entonces) favorable coyuntura económica. En esta mis-
ma línea, un informe de las Naciones Unidas referido a Chile (PNUD, 1998), que
lleva por subtítulo “las paradojas de la modernización”, sintetiza sus conclusio-
nes con la siguiente sentencia: “un país con un notable desarrollo económico,
donde la gente no se siente feliz”.
Putnam, en sus investigaciones sobre el Capital Social, sostiene que lo social-
comunitario y lo político de calidad es evacuado del entorno dominado por el
hipermercado y el sobretrabajo. Lo atribuye al hecho de que la pasión por acu-
mular capital económico a base de sobretrabajar resta tiempo disponible para
acumular capital social; esto es, para dedicarle el tiempo social y psicológica-
mente necesario a las relaciones sociales e interpersonales que están en la base
de la familiaridad, la amistad y la comunidad.
Por capital social entiende Putnam esta especie de sentido de comunidad, de
formar parte de un nosotros, que se expresa en forma de voluntad de coope-
ración y que se apoya sobre la experiencia (vivida, sentida, creída y compartida)
de la identificación, la vinculación, la comunicación, el civismo, la tolerancia,
la solidaridad, el apoyo mutuo, las redes de amistad y de vecindad, la democra-
cia activa y la participación política.
Según Putnam (2001), una sociedad civil se descapitaliza socialmente cuan-
do se destejen sus redes y normas de reciprocidad, en contextos donde sus
miembros no tienen el tiempo, ni las oportunidades, ni las energías necesarias
para mantenerlas y reforzarlas. La sociedad del sobretrabajo (Schor, 1991) está
integrada por personas agitadas, agobiadas, agotadas y apáticas, necesitadas de
descansar, olvidar, aislarse y evadirse del trabajo, a menudo al margen de las re-