Editorial UOC 143 Capítulo I. Trabajar en la sociedad...
En su balance de los resultados de los programas de producción ligera, Juan
José Castillo destaca la transferencia de los “kilos” adelgazados desde la empresa
hacia la sociedad, el estado y la comunidad:
“Costes de transporte, polución atmosférica, problemas de tráfico, provocados por la
subcontratación incrementada, traslado de las malas condiciones de trabajo que ya
no están en la fábrica ‘delgada’. […] Son costes que, al no ser imputados a la empresa,
se ‘descargan’ de sus costes productivos, pero se cargan al coste colectivo que ha de
pagarse por ello. Y desde luego, pagado no sólo con infraestructuras públicas de uso
(cuasi) privado, subvenciones públicas para evitar la amenaza de desaparición del
centro de trabajo, sino con trastornos, desgastes y repercusiones en los y las trabaja-
doras. Sí, pero además en todas las personas que habitan en un área determinada. En
la sociedad local o regional.”
Castillo, J.J. (1998). A la búsqueda del trabajo perdido (pág.109). Madrid: Tecnos.
Tabla 9
Impacto psicosocial de la flexiprecariedad
Sobreexplotación del personal subempleado, inducido a trabajar más tiempo, por menos salario
Endurecimiento de las condiciones de trabajo de la mano de obra irregular y “sin papeles” *
Presión a la baja de los salarios y de la capacidad de consumo
Inactivación del contrato psicológico
Disminución del control sobre el propio trabajo
Densificación e intensificación del trabajo
Desconfiguración del marco de referencia laboral estable
Minimización de las funciones tradicionales del empleo
Exclusión social de nuevos inempleables**
Expulsión del mercado de trabajo de personas en la plenitud de su vida laboral
Inestabilización de empleos estables
Disminución de la empleabilidad de personal cualificado y motivado para el trabajo
Aumento de la ocupación en régimen de autoempleo de baja calidad
Incremento de las horas trabajadas para el mantenimiento del poder adquisitivo