Editorial UOC 118 Teoría de las relaciones laborales...
meros puntos de resistencia a la reducción de puestos de trabajo (servicios per-
sonales que implican contacto directo y cara a cara, actividades liberales, artís-
ticas, deportivas, informativas, de diseño, de investigación, de control y de
mando, etc.).
En suma, esta mirada descubre que el impacto neto de las TIC sobre el mer-
cado laboral tiene un signo negativo, puesto que la destrucción de puestos de
trabajo que generan parece desarrollarse de modo más rápido, contundente, vi-
sible e irreversible que el proceso de creación de empleo que impulsan.
Esta impresión se ve reforzada por las innumerables anécdotas locales y sec-
toriales (elevables a categorías) que atesora cualquier persona atenta a los casos
cotidianos de sustitución de mano de obra por máquinas, de implantación de
nuevas factorías con poco personal y mucho robot, de creación de nuevos ser-
vicios completamente automatizados o de virtualización de bancos, hospitales,
universidades, etc.
Las TIC, se dice, tienen un efecto económico simétricamente opuesto al de
las crisis del petróleo, pero laboralmente un impacto similar. Por una parte, la
crisis del petróleo conlleva más costes, menos beneficios, más inflación, menos
producción y menos puestos de trabajo. Por otra, las TIC suponen menos costes,
más beneficios, menor inflación, mayor producción y productividad y (supues-
tamente) menos puestos de trabajo.
En consonancia con esta línea de razonamiento, tampoco parece cuestiona-
ble el que, cuanto más esfuerzo y tiempo laborales permite ahorrar el nuevo pa-
radigma productivo, menos cantidad global de trabajo resulta necesaria; de lo
que deriva, supuestamente, una inevitable reducción de la oferta del número to-
tal de puestos de trabajo. Llevado a su versión más radical, este punto de vista des-
emboca en la distopía de la paradoja del paraíso tecnológico (Giarini y Liedtke,
1998), en la que la ultratecnificación del proceso productivo haría absolutamente
innecesaria la mano de obra, lo que conduciría al desempleo total, al colapso
del sistema económico y al apocalipsis social.
También se tiende a subrayar que las TIC son susceptibles de ser utilizadas
por las organizaciones en tres sentidos, todos negativos para el empleo:
Para sustituir personal caro por máquinas baratas.
Para facilitar la reducción de costes de personal, en políticas flexibilizadoras
Para empobrecer el empleo, en estrategias neotayloristas de descualificación.